Deficiencia de Omega 3: más del doble de probabilidades de sufrir depresión postparto

Un desequilibrio alimentario entre ácidos grasos Omega-6 y Omega 3 superior a una proporción de 9:1 expone a un mayor riesgo de depresión postparto. La noticia llega desde la Universidade Federal do Rio de Janeiro, donde Camilla da Rocha y Gilberto Kac estudiaron el efecto de un aporte no equilibrado entre las diferentes formas de ácidos grasos sobre la frecuencia de este trastorno. El estudio que llevó a esta conclusión, publicado en la revista Maternal and Child Nutrition, confirma la importancia de los ácidos grasos Omega-3 en la regulación de los mecanismos responsables de la salud mental.

Depresión postparto: el papel de los Omega-3

Diversas investigaciones realizadas en el pasado han demostrado la importancia de los Omega-3 para la salud de la mujer. Entre los beneficios observados se incluye el efecto ejercido por estos nutrientes sobre el buen resultado del embarazo y sobre la salud de la madre después del parto. De hecho, estudios observacionales han sugerido la existencia de una correlación entre niveles bajos de Omega-3 y un mayor riesgo de sufrir depresión postparto.

Sin embargo, la alimentación típica de las sociedades occidentales actuales está desequilibrada hacia un mayor consumo de Omega-6. Esto aumenta el riesgo de deficiencias de Omega-3 que podrían poner en peligro el bienestar psicológico de las mujeres inmediatamente después del nacimiento de un hijo. Los investigadores brasileños quisieron profundizar en este fenómeno evaluando si una proporción desequilibrada entre Omega-6 y Omega-3 a favor de los primeros estaba asociada a un aumento de la probabilidad de sufrir depresión postparto.

Los resultados de la investigación

El estudio involucró a 106 mujeres en su primer embarazo y se llevó a cabo en Río de Janeiro entre 2005 y 2007. Las participantes fueron monitoreadas 4 veces durante la gestación y 1 vez después del parto. Además de evaluar mediante una escala específica la presencia de depresión postparto, durante el primer trimestre de embarazo los investigadores hicieron completar a las mujeres un cuestionario sobre sus hábitos alimentarios. En total se recogieron datos sobre las condiciones socio-demográficas, la situación obstétrica, el índice de masa corporal antes de la concepción y la composición de la dieta de todas las participantes. Se observó que la frecuencia de depresión postparto era del 26,4% y que la incidencia del trastorno era mayor en las mujeres cuyo índice entre Omega-6 y Omega-3 era superior a 9 a 1. Otro dato destacado por el estudio es que las participantes cuyo índice de masa corporal antes del embarazo era inferior a 18,5 eran más propensas a sufrir la patología.

La deficiencia de Omega-3 aumenta el riesgo de depresión postparto

Los autores del estudio eligieron evaluar el efecto sobre la incidencia de la depresión postparto de una proporción entre Omega-6 y Omega-3 superior a 9 a 1 porque este es el nivel recomendado por los especialistas. Los datos obtenidos indican que superar este nivel aumenta en 2,5 veces la probabilidad de sufrir dicha patología. También confirman la importancia de una correcta ingesta de ácidos grasos para garantizar el bienestar psicológico después del parto.  

Fuente 

1. da Rocha CM, Kac G, “High dietary ratio of omega-6 to omega-3 polyunsaturated acids during pregnancy and prevalence of post-partum depression”, Matern Child Nutr. 2012 Jan;8(1):36-48. doi: