Periodo preconcepcional: La ingesta de vitamina D de los padres influye en el crecimiento de los niños
La vitamina D en el preconcepción por parte de los padres mejora el crecimiento de los niños
El consumo de vitamina D por parte de los futuros padres en el período previo al embarazo puede influir en el crecimiento y en el riesgo de obesidad de los niños. En particular, la cantidad de vitamina D ingerida a través de los alimentos por los hombres está estadísticamente asociada con la altura y el peso de la descendencia. En el período preconcepcional, por tanto, no solo los hábitos alimentarios de las madres influyen en el desarrollo del bebé, sino también los paternos. La alimentación podría, de hecho, actuar sobre la salud y función de las células que forman los espermatozoides.
Es lo que surge de una nueva investigación llevada a cabo por la Dra. Cilia Mejia-Lancheros y sus colegas del University College de Dublín (Irlanda). Los resultados fueron presentados en el Congreso Europeo sobre Obesidad que tuvo lugar en Portugal el pasado mes de mayo.
La vitamina del sol es importante para el crecimiento y la salud ósea
La vitamina D es una molécula liposoluble que existe en dos formas: colecalciferol y ergocalciferol, y desempeña numerosas funciones vitales en el organismo humano. La cantidad de vitamina D aportada por la dieta suele ser insuficiente para cubrir las necesidades diarias, ya que pocos alimentos la contienen de forma natural: el pescado graso, los hongos secos, los derivados de la leche entera y los huevos.
El 90% de las moléculas de vitamina D presentes en el cuerpo humano se produce gracias a la exposición de la piel a los rayos ultravioleta del sol. La función principal de la vitamina D es mantener niveles normales de calcio y fósforo en sangre y favorecer la absorción de calcio, contribuyendo a la formación de huesos y dientes y al mantenimiento de su estabilidad. La carencia de vitamina D puede causar raquitismo y osteomalacia, además de otras disfunciones no relacionadas con el aparato esquelético.
La vitamina también es muy importante para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, respiratorio y cardíaco. Diversos estudios han demostrado que el consumo materno de vitamina D desempeña un papel importante en el mantenimiento de la salud general y musculoesquelética en los niños. Sin embargo, hasta ahora se ha prestado poca atención a la posible relación entre el crecimiento de los niños y el estatus de vitamina D de los futuros padres en el período previo a la concepción.
Un descubrimiento inesperado: la alimentación paterna puede influir en el peso y la altura de los hijos
El nuevo análisis investigó precisamente la relación entre el consumo de vitamina D en parejas de padres en el período preconcepcional y la altura y el peso de los hijos, medidos a los cinco y nueve años de edad. Los resultados obtenidos sugirieron que el consumo de la vitamina por parte de los padres está significativamente asociado con la altura y el peso de los hijos a los cinco años de edad. Sin embargo, la asociación no resultó estadísticamente significativa cuando los hijos habían alcanzado los nueve años. Sorprendentemente, los resultados no mostraron ningún vínculo entre el nivel de vitamina D de la madre durante el primer y segundo trimestre del embarazo y el peso y la altura de los niños a los cinco o nueve años de edad. "Una de las razones por las que esto puede suceder es que el estado nutricional del padre puede de algún modo influir en la salud, calidad y función de las células germinales implicadas en la reproducción", afirmaron los investigadores; "Por tanto, el estado nutricional materno podría no ser el único factor clave para el desarrollo y crecimiento saludable de los niños", continuaron.
Como es sabido, la exposición de la piel a la luz solar es esencial para que el organismo produzca vitamina D, por ello los autores del estudio también consideraron el número de horas que los niños pasaban al aire libre durante el verano. Descubrieron que pasar 3 o más horas jugando “afuera” durante los fines de semana se correlacionaba con una mayor estatura.
Algunos detalles del estudio
Los investigadores analizaron los datos del Lifeways Cross-Generation Cohort Study, una base de datos que recopila información sobre la salud de niños nacidos en Irlanda desde 2001 y de sus padres. Las medidas de altura y peso de los niños estaban disponibles para 213 y 148 parejas padre-hijo cuando los niños tenían 5 y 9 años, respectivamente. La información sobre la ingesta paterna de vitamina D se obtuvo mediante cuestionarios sobre consumo alimentario. Los resultados del estudio mostraron que a los 5 años, la altura media y el peso medio de los niños eran, respectivamente, 112,12 cm y 20,95 kg, y el consumo paterno de vitamina D de 3,46 μg al día en el período preconcepcional.
A los 9 años, la altura media y el peso de los hijos eran de 138,61 cm y 34,09 kg, y el consumo de vitamina D paterna era de 1,25 μg al día. La asociación entre la ingesta de vitamina D por parte de los padres durante los tres meses anteriores al embarazo, y la altura y peso de los niños fue calculada mediante análisis estadísticos específicos corregidos por posibles factores de confusión, entre ellos: edad, altura y peso del padre; edad, niveles de vitamina D, altura, ingesta energética y peso de la madre; sexo, edad, niveles de vitamina D e ingesta energética del niño y actividad física al aire libre durante el verano.
Un estudio que continuará con nuevas investigaciones
Los resultados demostraron que la concentración de vitamina D paterna está positivamente asociada con la altura y el peso de los niños a los 5 años de edad, abriendo el camino a nuevas investigaciones sobre la alimentación de las familias. En los próximos meses, los autores recopilarán más datos sobre las parejas padre-hijo, incluidos datos antropométricos, de salud, estilo de vida y comportamiento de los niños involucrados en el estudio, incluso en la adolescencia, estudiando su estado de salud y el de sus futuras generaciones.
Fuente: Mejia-Lancheros, et al., Paternal antenatal vitamin D intake is associated with offspring’s height and weight aged five and nine years in the Lifeways Cross-Generation Cohort Study, Ireland, 24th European Congress on Obesity (ECO2017), Porto, Portugal, May 17-20, 2017.



