Antienvejecimiento

Las caídas en los ancianos se pueden prevenir combinando la suplementación de vitamina D con actividad física moderada.

Caídas en los ancianos: pueden prevenirse combinando vitamina D y actividad física moderada


Un ejercicio físico ligero y la suplementación con altas dosis de vitamina D reducen en más del 70% el riesgo de caídas en los ancianos frágiles, es decir, aquellos con un estado de salud inestable y afectados por múltiples enfermedades crónicas. La combinación de actividad física y suplementos vitamínicos representa, por tanto, una estrategia muy sencilla para mejorar la calidad de vida y, sobre todo, reducir la probabilidad de fracturas y contusiones en la edad geriátrica.

Los resultados, publicados en el Journal of Gerontology, proceden de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Osaka (Japón) entre ancianos residentes en un hogar de cuidado.



Caídas en ancianos: un fenómeno generalizado con muchas consecuencias


Las caídas en los ancianos constituyen un grave problema de salud, especialmente entre aquellos que residen en hogares de cuidado, donde el riesgo es entre 2 y 3 veces mayor que en otros lugares. Las caídas pueden provocar contusiones, traumatismos craneales, fracturas (sobre todo femorales) y, en algunos casos, incluso la muerte. Además, las personas que han sufrido una caída suelen restringir sus actividades cotidianas por miedo a volver a caer, volviéndose cada vez menos autosuficientes. 


Investigaciones previas han indicado que los factores de riesgo de las caídas incluyen diversas condiciones, como la debilidad muscular y los problemas relacionados con la marcha. Además, parece que el riesgo de caídas recurrentes está asociado a la depresión. La suplementación con vitamina D ha demostrado ser una de las intervenciones más eficaces para prevenir las caídas entre los ancianos frágiles, es decir, aquellos con un estado de salud inestable y frecuentes discapacidades y patologías. 


Un estudio ha mostrado que, aumentando el consumo diario de vitamina D en ancianos que viven en residencias asistenciales, la tasa de caídas disminuyó en un 22%, y el aumento de los niveles de vitamina D en sangre se asoció a una reducción significativa de la tasa de mortalidad causada por caídas. En mayores de 60 años, la deficiencia de vitamina D es muy frecuente.


Las personas mayores suelen seguir una alimentación inadecuada, tienen una menor función intestinal y una exposición limitada a la luz solar; por esta razón, a menudo no alcanzan el nivel recomendado (30 ng/mL) de 25-hidroxivitamina D en sangre. Esta molécula es un precursor de la forma activa de la vitamina D (1,25-dihidroxivitamina D) y es la molécula que generalmente se mide en los análisis de sangre. La vitamina D es fundamental para el crecimiento y la salud ósea, sirviendo principalmente para regular los niveles de diversos minerales en el organismo, especialmente calcio y fósforo, mediante varios mecanismos:

  • la regulación de la reabsorción renal del calcio,
  • la absorción intestinal de fósforo y calcio,
  • los procesos de mineralización ósea.



Altas dosis de vitamina D y actividad física reducen un 72,4% el riesgo de caídas 



A la luz de la relación entre los niveles de vitamina D y el riesgo de caídas, los investigadores japoneses, dirigidos por Masakazu Imaoka, compararon la frecuencia de caídas de 91 ancianos residentes en un centro de cuidados, asignados aleatoriamente a distintos tratamientos. Un grupo de participantes en el estudio solo había seguido un programa personalizado de actividad física ligera, dos días por semana; al segundo grupo se le asignó suplementación diaria con 900 UI (aproximadamente 22 microgramos) de vitamina D, mientras que otro grupo de participantes había seguido ambas estrategias. 


El grupo de control no había sido sometido a ningún tratamiento. Los resultados del análisis estadístico revelaron que las caídas disminuyeron un 52,5% entre los ancianos que realizaron actividad física ligera, y un 42,5% en el grupo que consumió suplementos de vitamina D. Sorprendentemente, los pacientes que siguieron ambas intervenciones experimentaron una reducción del 72,4% en las caídas, en comparación con el grupo de control. Estos datos sugieren que, en las residencias asistenciales, las estrategias preventivas para caídas en ancianos frágiles deberían incluir un programa reglamentado de ejercicio físico de baja frecuencia y suplementos de vitamina D en la dieta.



Una estrategia sencilla para mejorar la calidad de vida

Según los investigadores del estudio, la combinación de suplementación con altas dosis de vitamina D y ejercicio físico ligero es la intervención más eficaz para reducir las caídas en ancianos frágiles. Limitar las caídas significa prolongar la esperanza de vida, mejorar su calidad y reducir los costes de asistencia médica y enfermería.  



Fuente: Masakazu Imaoka, et al.  “Low-frequency Exercise and Vitamin D Supplementation Reduce Falls Among Institutionalized Frail Elderly”, International Journal of Gerontology.