Personas mayores y nutrición: El consumo de Omega-3 ayuda a mantenerse joven mejorando las capacidades físicas.
Personas mayores y alimentación: el consumo de omega-3 ayuda a mantenerse joven mejorando las capacidades físicas
En las personas mayores, el consumo de omega-3 puede tener efectos positivos no solo sobre las capacidades cognitivas, sino que también se asocia a un mejor rendimiento físico. De hecho, los mayores de 70 años con un Índice omega-3 elevado obtienen puntuaciones más altas en las pruebas para evaluar la funcionalidad de las extremidades inferiores, en comparación con aquellos con un Índice omega-3 bajo.
Estos son los resultados de un estudio publicado en Clinical Nutrition, realizado por investigadores de la Universidad de Toulouse, en Francia.
Los omega-3 ayudan a mantenerse sano, especialmente en la tercera edad
Diversas investigaciones científicas han relacionado los ácidos grasos omega-3 con un conjunto de efectos positivos para la salud, incluyendo la mejora de las funciones cerebrales, cardiovasculares e inmunitarias, la salud ósea y un incremento del rendimiento deportivo. De hecho, son numerosas las pruebas que sugieren que los omega-3, gracias a su fuerte actividad antiinflamatoria y antioxidante, pueden ser útiles en el tratamiento de condiciones asociadas al aumento del estado inflamatorio, como la pérdida de masa muscular y el debilitamiento físico.
Además, se ha demostrado que el EPA y el DHA pueden favorecer el paso de los glóbulos rojos a través de los capilares, lo que podría traducirse en un mayor aporte de oxígeno al sistema musculoesquelético y en una posterior mejora del rendimiento físico. Por último, un posible papel de los omega-3 en la prevención del deterioro físico relacionado con la edad podría explicarse en parte por su capacidad de aumentar la síntesis de proteínas musculares.
El Índice omega-3 indica la cantidad de EPA y DHA sobre el total de ácidos grasos presentes en las membranas de los glóbulos rojos, y es un marcador del estado de omega-3, un buen indicador de la ingesta de omega-3 a través de la dieta, y también se considera un índice de su consumo a largo plazo. Sin embargo, hasta la fecha pocos estudios han explorado la asociación entre el Índice omega-3 y el rendimiento físico en adultos mayores. El objetivo del estudio francés es precisamente evaluar la asociación entre el estado de omega-3 y las puntuaciones SPPB en personas mayores.
La prueba SPPB es una batería de pruebas que mide el rendimiento físico, diseñada para evaluar la funcionalidad de las extremidades inferiores, y es un marcador del deterioro del rendimiento físico relacionado con la edad, identificado como un buen predictor de discapacidad motora y mortalidad en personas mayores.
¿Existe una relación entre el índice de Omega-3 y las capacidades motoras?
Los autores de la investigación evaluaron la relación entre el estado de omega-3 y las pruebas de evaluación del rendimiento físico en mayores de 70 años, estudiando las asociaciones con el Índice omega-3, es decir, el contenido de EPA y DHA en los glóbulos rojos. Los resultados demostraron que los sujetos con un Índice omega-3 bajo obtuvieron peores resultados en las pruebas de rendimiento que aquellos con un Índice omega-3 elevado. Sin embargo, esta asociación no resultó estadísticamente significativa.
Existen varios motivos por los cuales la asociación descrita en el estudio no alcanzó significancia estadística, como explicaron los autores del estudio, destacando que la naturaleza transversal del estudio y el hecho de que los participantes se encontraran todos en condiciones de salud relativamente buenas pueden haber influido en los resultados y en su aplicabilidad a la población mayor en general.
Algunos detalles del estudio
Para participar en el estudio fueron reclutadas 1149 personas mayores, de las cuales el 64,5% eran mujeres, con edades comprendidas entre los 71 y los 80 años y en riesgo de deterioro cognitivo. Los criterios de inclusión eran: déficit de memoria, limitación de la memoria en una sola actividad instrumental de la vida diaria (por ejemplo, capacidad para usar el teléfono, hacer compras, preparar comidas), lentitud al caminar. Los criterios de exclusión eran: diagnóstico de demencia y la presencia de otras enfermedades como la enfermedad de Parkinson.
Además, los sujetos que habían tomado suplementos de omega-3 en los últimos 6 meses no fueron incluidos. Los análisis estadísticos revelaron que los participantes que se encontraban en el último grupo por nivel de omega-3, es decir, los que tenían los niveles más bajos de Índice omega-3, mostraban una puntuación SPPB significativamente inferior a la de los participantes de los otros tres grupos con mayor Índice omega-3. Sin embargo, ajustando los resultados por edad, género, función cognitiva, estado depresivo e índice de masa corporal, los datos mostraron que la asociación entre el Índice omega-3 y la prueba SPPB no había alcanzado significancia estadística.
Prevención a través de la alimentación
Esta investigación plantea una relación entre el nivel de omega-3 y las funciones motoras, pero serán necesarios más estudios que examinen las asociaciones a largo plazo entre el estado de omega-3 y los cambios en el rendimiento físico, para poder arrojar luz sobre este vínculo. Los resultados obtenidos demuestran sobre todo que identificar factores de riesgo modificables, como la alimentación, para el deterioro del rendimiento físico es esencial para planificar estrategias eficaces de prevención primaria de la discapacidad en personas mayores.
Es posible medir el propio Índice omega-3
El Índice omega-3 representa un dato independiente respecto al consumo alimentario estimado de omega-3, y puede ser útil especialmente para evaluar el riesgo cardíaco, o simplemente para saber si se está consumiendo suficiente EPA y DHA. Hoy en día, medir el propio Índice omega-3 es muy fácil gracias a HS-Omega-3 Index, que permite a cualquiera determinar fácilmente su propio Índice Omega-3 de casa.
Basta con recoger 3 gotas de sangre en un papel de filtro especial que deberá enviarse al laboratorio específico. El resultado será comunicado en pocos días por correo electrónico.
Fuente: Bertrand Fougère, et al:, “Red blood cell membrane omega-3 fatty acid levels and physical performance: Cross-sectional data from the MAPT study”. Clinical Nutrition. Volume 37, Issue 4, August 2018, Pages 1141-1144.



