Los omega-3 protegen contra las enfermedades cardiovasculares al reducir el estrés oxidativo
Menos estrés oxidativo y menor incidencia de enfermedades cardiovasculares con suplementos de aceite de pescado
La acción beneficiosa de los ácidos grasos Omega 3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico) contra las enfermedades cardiovasculares podría depender de su capacidad para reducir el estrés oxidativo. Así lo demuestra un estudio publicado en Free Radical Research, según el cual la ingesta diaria de 4 gramos de EPA o DHA durante 6 semanas permite reducir los niveles de estrés oxidativo aproximadamente un 20%.
Las moléculas implicadas en el estrés oxidativo
El organismo produce naturalmente moléculas oxidantes, llamadas especies reactivas del oxígeno. Estas sustancias desempeñan un papel fundamental en muchos procesos, pero su acumulación puede volverse perjudicial. Algunas circunstancias, como el hábito de fumar, la contaminación, la exposición al sol, una actividad física muy intensa o, simplemente, el envejecimiento pueden favorecer una producción excesiva de especies reactivas del oxígeno, causando una situación conocida como estrés oxidativo. Y el estrés oxidativo puede tener consecuencias muy graves, como el aumento del riesgo de desarrollar un cáncer, o la enfermedad de Alzheimer o, incluso, varias enfermedades cardíacas. Para verificar los beneficios de la ingesta de Omega-3 en términos de estrés oxidativo, los investigadores de la University of Western Australia de Perth (Australia) y de la Universidad de Montpellier (Francia) evaluaron su efecto sobre la acumulación de F2-isoprostanos. Estas moléculas derivan de la peroxidación del ácido araquidónico, un Omega-6 precursor de sustancias implicadas en las respuestas inflamatorias. Este proceso es promovido por la presencia de radicales libres, moléculas con alto poder oxidante.
Omega-3 para la salud del corazón y los vasos
El estudio involucró a hombres con sobrepeso con niveles anómalos de lípidos en sangre y a individuos afectados por diabetes tipo 2 que estaban siguiendo un tratamiento para disminuir la presión arterial. Tras administrar a todos los participantes 4 gramos al día de EPA, DHA u aceite de oliva – que no es rico en Omega-3 – durante 6 semanas, los investigadores midieron los niveles de F2-isoprostanos en su orina. El análisis de los datos obtenidos reveló que, en comparación con el aceite de oliva, el EPA reduce los niveles de estos compuestos un 24% en los hombres con sobrepeso y un 19% en los diabéticos. El DHA, por su parte, reduce las concentraciones de F2-isoprostanos un 14% en los obesos y un 23% en los diabéticos. Además, también los niveles plasmáticos de ácido araquidónico se reducen tanto con EPA como con DHA. Esto, explican los autores, indica que el efecto de los Omega-3 se debe a una verdadera reducción de la oxidación.
Los Omega-3 combaten el estrés oxidativo
Los resultados obtenidos en este estudio desmienten lo que se había supuesto anteriormente. De hecho, la característica susceptibilidad de estos ácidos grasos a oxidarse había llevado a los expertos a creer que los Omega-3 podrían aumentar los niveles de estrés oxidativo. Pero según los autores de la investigación, la reducción de los F2-isoprostanos observada tanto en individuos obesos como en diabéticos indica que estas grasas reducen el estrés oxidativo. Además, otros estudios, realizados, sin embargo, en individuos sanos, también han detectado los beneficios de los Omega-3 frente al estrés oxidativo. En conjunto, estos resultados demuestran que los beneficios de los Omega-3 se aplican tanto a personas sanas como a quienes padecen algunas patologías. La nueva hipótesis formulada por los investigadores es que este efecto antioxidante se debe, al menos en parte, a la acción antiinflamatoria. Además, explican los investigadores, es plausible que también intervenga una reducción de la actividad de una clase particular de glóbulos blancos, los leucocitos. Los autores concluyen que estos datos apoyan aún más los beneficios de una dieta enriquecida con ácidos grasos Omega-3 para la salud cardiovascular.
Fuente
1. Mas E, Woodman RJ, Burke V, Puddey IB, Beilin LJ, Durand T, Mori TA, “The omega-3 fatty acids EPA and DHA decrease plasma F(2)-isoprostanes: Results from two placebo-controlled interventions”, Free Radic Res. 2010 Sep;44(9):983-90



