Antienvejecimiento

Omega-3 y longevidad: un vínculo confirmado por años de investigación

Al combinar los resultados de 17 estudios distintos, se observó que en las personas con niveles más altos de ácidos grasos omega-3 en sangre, el riesgo de muerte era significativamente menor


Omega-3 y duración –pero también calidad– de vida: es el binomio que se desprende del estudio publicado en Nature Communications por un grupo internacional de investigación, en el que participaron también científicos de las universidades de Harvard y Cambridge. Para responder definitivamente a la pregunta sobre la relación entre ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y longevidad, los investigadores analizaron, mediante métodos estadísticos rigurosos, los datos de 42.500 personas incluidas en diversos estudios clínicos.


Años de investigaciones sobre los omega-3

La familia de los omega-3 ha sido objeto de numerosos estudios desde que se reportó su asociación con menor riesgo de infarto entre los esquimales de Groenlandia en los años 70. Aunque desde entonces se han realizado muchas investigaciones al respecto, sus resultados siempre han sido objeto de debate. Esto ocurre a menudo en los estudios sobre nutrición, debido a la heterogeneidad de las muestras, la dificultad de analizar resultados a lo largo del tiempo, la incertidumbre en las mediciones y los efectos que, al prolongarse durante años, son difíciles de monitorear. 


Para evaluar la duración de la vida, de hecho, es necesario seguir a los participantes, su alimentación y estilos de vida durante décadas, además de contar con una muestra muy grande y lo más homogénea posible. Por estas razones, en los estudios de nutrición se utiliza mucho el método de la meta-análisis, una herramienta de investigación que, al resumir los datos provenientes de varios estudios primarios, permite obtener una visión más amplia del fenómeno y mayor poder estadístico. 


En lo que respecta a los estudios sobre omega-3, las únicas meta-análisis realizadas que sugerían un beneficio en la mortalidad se basaban en la ingesta autodeclarada de nutrientes, lo cual proporciona una estimación poco precisa de los valores reales de ácidos grasos consumidos: el pescado contiene muchos otros nutrientes además de los omega-3, la ingesta autodeclarada depende de la memoria, y las bases de datos alimentarias pueden estar desactualizadas.


Omega-3 en sangre

Una medida más fiable y objetiva del consumo de omega-3 es su nivel en sangre, que depende principalmente de la ingesta alimentaria de estos ácidos grasos. Los investigadores del estudio publicado en Nature Communications realizaron un análisis agregado, recopilando datos de 17 estudios de cohorte que exploraron la relación entre los niveles circulantes de omega-3 y la mortalidad por todas las causas. En total se analizaron datos de 42.500 personas seguidas durante un tiempo medio de 16 años. 


La edad media al inicio de los estudios era de 65 años, y el rango de edad entre las distintas cohortes oscilaba entre 50 y 81 años. El 37% de la muestra falleció durante el seguimiento; aproximadamente el 30% de las muertes se atribuyeron a enfermedades cardiovasculares, el 30% al cáncer y el 39% restante a otras causas.


Quienes viven más tienen más omega-3 en circulación


Al analizar todos los datos recogidos en el estudio, y tras controlar otros factores de riesgo principales, el resultado fue que los PUFA LC n-3 están asociados a un menor riesgo de mortalidad: es decir, el 20% de las personas con niveles más altos de omega-3 presentan un riesgo de mortalidad aproximadamente entre un 15-18% menor respecto al 20% con niveles más bajos. Estas relaciones eran en general lineales para los ácidos grasos DPA, DHA y EPA + DHA. Por tanto, niveles elevados de estos ácidos grasos en los tejidos, mantenidos de forma crónica, pueden ralentizar el proceso de envejecimiento a través de diversos mecanismos. Entre los mecanismos propuestos se encuentran:

- Reducción de los triglicéridos en sangre
- Efecto antihipertensivo
- Prevención de la agregación plaquetaria y reducción del riesgo de trombos
- Efectos positivos sobre la biología de los adipocitos (células del tejido graso)


Aunque muchos mecanismos siguen siendo desconocidos para los biólogos, “independientemente de sus acciones específicas”, se lee en el estudio, “niveles celulares más elevados de omega-3 parecen, en general, ralentizar el proceso de envejecimiento”. 


Fuentes: William S. Harris et al., “Blood n-3 fatty acid levels and total and cause-specific mortality from 17 prospective studies”. Nature Communications volume 12, Article number: 2329 (2021).