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Dismenorrea: Los Omega 3 son eficaces contra los calambres menstruales.

Los médicos la llaman “dismenorrea”, las mujeres la viven cada mes como dolores menstruales a veces tan fuertes que resultan incapacitantes. Para quienes buscan una solución, los suplementos de Omega 3 podrían representar una opción válida y segura, sobre todo si el pescado no tiene mucho espacio en su alimentación.

Los suplementos de Omega 3 podrían ayudar a reducir los dolores menstruales, permitiendo a las mujeres que deben tomar analgésicos para combatir la dismenorrea reducir o incluso abandonar el uso de los medicamentos.

Así lo sugiere un análisis de los datos disponibles en la literatura científica publicado en la revista Nutrition & Dietetics por un grupo de expertos de la Deakin University (Victoria, Australia) liderado por la dietista Rhiannon Snipe, según el cual quienes podrían beneficiarse más son las mujeres que parten con niveles basales bajos de Omega 3, por ejemplo porque no comen suficiente pescado.

Dolores menstruales: síntomas y consecuencias

Los dolores menstruales son un problema muy común que también puede estar asociado a condiciones como endometriosis, fibromas o enfermedad inflamatoria pélvica. La molestia puede sentirse en la parte baja del abdomen, pero puede extenderse también a la espalda y a los muslos; no faltan posibles trastornos sistémicos, como dolor de cabeza, mareos, insomnio, náuseas, vómitos y diarrea.

Cuando son particularmente fuertes, estos síntomas pueden interferir con un buen descanso y el ánimo. A veces hacen imposible realizar las actividades cotidianas normales, asistir a la escuela o ir al trabajo, reduciendo significativamente la calidad de vida de las mujeres que los padecen.

Las causas de los dolores menstruales

Detrás de los síntomas de la dismenorrea (término médico con que se refiere a los dolores menstruales) pueden esconderse causas diferentes. Algunos apuntan a anomalías anatómicas, como la forma o la longitud del cuello uterino; otros recuerdan que entre los factores de riesgo están incluidos la juventud, el fumar, un peso excesivo o demasiado bajo y ciclos menstruales más largos de lo normal.

En este cuadro, la inflamación parece jugar un papel particularmente significativo. La dismenorrea dependería, de hecho, de un exceso de producción de prostaglandinas, moléculas inflamatorias más abundantes en la sangre menstrual de las mujeres con dismenorrea.

Las prostaglandinas estimularían la contracción de la musculatura lisa y el estrechamiento (vasoconstricción) de los vasos sanguíneos asociados al endometrio (el tejido que recubre internamente el útero). Este fenómeno reduciría el aporte de oxígeno al endometrio, causaría el dolor y aumentaría los niveles de otras prostaglandinas involucradas en los fenómenos inflamatorios asociados a la menstruación.

El hecho de que los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y el paracetamol, que reducen precisamente la síntesis de prostaglandinas, sean efectivos contra los dolores menstruales apoya la hipótesis según la cual estas moléculas jugarían un papel fundamental en la aparición de la dismenorrea.  

Cómo combatir los dolores menstruales

Muchas mujeres mantienen el problema a raya gracias a los anticonceptivos hormonales que, de hecho, eliminan en la raíz el fenómeno que lleva a la aparición del dolor: el ciclo menstrual. Entre otras, hay quienes intentan controlar el dolor con compresas calientes, reposos y los ya mencionados medicamentos. Los AINE logran aliviarlo en muchos casos, pero pueden asociarse a efectos secundarios (como problemas digestivos) y contraindicaciones (como la úlcera gástrica).

Actuar sobre la alimentación podría representar una estrategia particularmente adecuada para todas aquellas que no pueden recurrir a medicamentos debido a efectos adversos o contraindicaciones de este tipo o que, más sencillamente, prefieren soluciones percibidas como más naturales. De hecho, lo que comemos también influye en el estado inflamatorio de nuestro organismo y, si la dismenorrea tiene entre sus causas la inflamación, una alimentación rica en moléculas antiinflamatorias podría ayudar a combatirla.

Lamentablemente muchas dietas modernas son ricas en grasas con propiedades proinflamatorias. No se trata solo de las grasas trans (de las que deberíamos alejarnos lo más posible) o de las grasas saturadas (que, también por otras razones, nunca deberían superar el 10% de la energía diaria consumida con los alimentos), sino también de algunas grasas poliinsaturadas: los Omega 6 abundantes en muchas semillas y aceites vegetales.

Los Omega 6 son precursores del ácido araquidónico, una molécula estrechamente ligada a los procesos inflamatorios y de la cual también se producen las prostaglandinas que se consideran asociadas a los dolores menstruales. Otras grasas poliinsaturadas llevan, en cambio, a la reducción de los niveles de ácido araquidónico y sus derivados involucrados en la aparición de la dismenorrea; se trata precisamente de los Omega 3 sobre los que se concentró el análisis de los expertos de la Deakin University.

Omega 3 contra los dolores menstruales: las pruebas de su eficacia

Snipe y colegas examinaron la literatura científica en busca de todos los estudios realizados en mujeres y publicados en inglés hasta el primero de enero de 2023 en los que se considerara la ingesta de Omega 3 con alimentos o suplementos y los dolores menstruales o los niveles de prostaglandinas. De la selección realizada surgieron 12 publicaciones; todas habían previsto la comparación entre un grupo de mujeres que había tomado suplementos de Omega 3 y un grupo de mujeres que había tomado un placebo o un grupo de control.

En 10 de los 12 estudios se encontró que tomar suplementos de Omega 3 de cadena larga reduce la gravedad de la dismenorrea. Los tratamientos reportados previeron la ingesta de una dosis variable entre 300 mg y 1.800 mg de una combinación de los Omega 3 de cadena larga biológicamente activos (el EPA – ácido eicosapentaenoico – y el DHA – ácido docosahexaenoico) durante un período de 2-3 meses. La reducción de la intensidad de los dolores menstruales observada varía entre el 22 y el 66%.

También uno de los dos estudios restantes reporta una notable reducción del dolor (del 62%). Sin embargo, sus autores no realizaron el análisis estadístico necesario para evaluar la significatividad de los beneficios detectados.

Finalmente, en 6 de los 7 estudios en los que las participantes habían tomado también analgésicos, la suplementación con Omega 3 se asoció con un menor uso de estos medicamentos.

El mecanismo de acción de los Omega 3

El mecanismo de acción de los Omega 3 propuesto para explicar sus beneficios contra el dolor asociado a la menstruación se basa precisamente en sus propiedades antiinflamatorias. No obstante, explican los autores de este análisis, «ningún estudio midió ni reportó los niveles de prostaglandinas».

«Tanto el ibuprofeno (…) como el paracetamol (…) reducen la prostaglandina F2α, inflamatoria, en la sangre menstrual de mujeres con dismenorrea. Se piensa que el aumento en la ingesta de Omega 3 de cadena larga, especialmente en mujeres que no consumen suficiente y con niveles basales inadecuados, ejerce efectos similares mediante la sustitución del ácido araquidónico en las membranas celulares con EPA y DHA. Esto aumentaría la producción de prostaglandinas antiinflamatorias de la serie 3 y reduciría las inflamatorias de la serie 2 (como la F2α), que provocan vasoconstricción (…) y dolor en mujeres con dismenorrea».

Solo estudios futuros podrán verificar esta hipótesis. Sin embargo, «el hecho de que tras la suplementación con Omega 3 de cadena larga se observen simultáneamente la reducción del uso de analgésicos y una reducción significativa del dolor de la dismenorrea destaca los potenciales efectos analgésicos de estos suplementos».

Una posible ayuda sin efectos secundarios graves

La hipótesis de que los Omega 3 puedan ser útiles contra los dolores menstruales encuentra apoyo también en investigaciones que han asociado el consumo de pescado (fuente de estos ácidos grasos) a la reducción de la prevalencia de dismenorrea. Considerando también estas indicaciones, los autores de este análisis sugieren que «la suplementación con aproximadamente 300 mg al día de Omega 3 de cadena larga (…) parecería un punto de partida adecuado para mujeres con dismenorrea que comen poco pescado». 

Los autores subrayan, por tanto, que quienes podrían beneficiarse más del aumento en la ingesta alimentaria de EPA y DHA o de la toma de suplementos son las mujeres que, de base, consumen bajas cantidades de Omega 3. Pero no solo eso. «Se sabe que otros factores, como el consumo de vino, el fumar y la forma [en que se toman los Omega 3 (…) influyen en los niveles de Omega 3 de cadena larga» y, por tanto, «son factores que deberían ser considerados en las investigaciones que se realicen en el futuro». 

Finalmente, Snipe y colegas explican también que «pocos estudios detectaron y reportaron efectos secundarios menores», añadiendo que esto sugiere que «los suplementos de Omega 3 han sido, en general, bien tolerados». Según los investigadores, los datos disponibles sugieren que «los suplementos de Omega 3 de cadena larga podrían reducir la dependencia de analgésicos para manejar el dolor asociado a la dismenorrea o podrían ser analgésicos efectivos cuando se utilizan en combinación con ellos».

Referencias bibliográficas:

Snipe RMJ, Brelis B, Kappas C, Young JK, Eishold L, Chui JM, Vatvani MD, Nigro GMD, Hamilton DL, Convit L, Carr A, Condo D. Omega-3 long chain polyunsaturated fatty acids as a potential treatment for reducing dysmenorrhoea pain: Systematic literature review and meta-analysis. Nutr Diet. 2024 Feb;81(1):94-106. doi: 10.1111/1747-0080.12835

Nagy H, Carlson K, Khan MAB. Dysmenorrhea. [Updated 2023 Nov 12]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2025 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK560834/