Mujer sana

Comer salmón durante el embarazo: más saludable y con menos estrés oxidativo.

Comer más pescado durante el embarazo mantiene la salud y reduce el estrés oxidativo


El estrés oxidativo de la madre y del recién nacido puede combatirse introduciendo en la alimentación 2 porciones de salmón enriquecido con Omega 3 por semana. Así lo demuestra un estudio de la Universidad de Granada (España), publicado en la revista Antioxidants and Redox Signaling, realizado por un grupo de investigadores dirigidos por Cruz Erika García-Rodríguez. Los autores explican que consumir estas cantidades de salmón durante el embarazo ayuda a las mujeres y a sus hijos a alcanzar los niveles de Omega-3 recomendados por los expertos.


Salmón en el embarazo: Omega-3 del mar


La investigación llevada a cabo en los laboratorios de la Universidad de Granada forma parte de un proyecto europeo más amplio: el Salmon in Pregnancy Study (Estudio sobre el consumo de salmón durante la gestación). Los primeros datos recogidos en el transcurso de este proyecto revelaron que consumir salmón durante el embarazo aumenta los niveles de Omega-3 presentes tanto en la madre como en el niño. De hecho, el salmón es uno de los alimentos más ricos en Omega-3, ácidos grasos útiles tanto para el correcto desarrollo del feto como para reducir los riesgos de complicaciones durante el embarazo. El salmón utilizado por García-Rodríguez y sus colegas fue enriquecido aún más con estos nutrientes, incluyendo en su alimentación aceites de origen vegetal, algas y zooplancton. Este tipo particular de crianza permitió a los investigadores obtener un pescado rico en Omega-3, vitaminas con poder antioxidante (en particular A y E) y selenio.



El efecto de los Omega-3 durante el embarazo

La nueva investigación involucró a mujeres embarazadas caracterizadas por un bajo consumo de pescado, que fueron divididas en 2 grupos:

- el primero continuó siguiendo su régimen alimenticio habitual;

- el segundo introdujo en su dieta, a partir de la vigésima semana de gestación, 2 porciones por semana de salmón enriquecido con Omega-3.

Entre la vigésima y la trigésima cuarta semana de embarazo todas las participantes completaron un cuestionario sobre los hábitos alimenticios relativos a las 12 semanas anteriores. Además, los investigadores recogieron muestras de sangre y orina de todas las mujeres. Las extracciones se repitieron también en la semana trigésima octava de gestación y en el parto. Finalmente, al nacimiento del niño se tomaron muestras de sangre proveniente del cordón umbilical.


Más Omega-3 y menos estrés

El análisis de los datos demostró que el aumento del consumo de salmón provoca el incremento de los niveles de Omega-3, selenio y vitamina A en la mujer embarazada y en el recién nacido. Los investigadores también observaron un aumento progresivo de otras moléculas importantes para combatir el estrés oxidativo.


Embarazo tranquilo: una ayuda de los Omega-3

Estos resultados, explican los autores, indican que el consumo de 2 porciones por semana de salmón ayuda a la futura madre y al recién nacido a alcanzar los niveles mínimos de Omega-3 recomendados aumentando al mismo tiempo las defensas antioxidantes. De este modo es posible reducir el estrés oxidativo asociado al embarazo y que podría llevar a graves complicaciones, incluidos aborto, parto prematuro y preeclampsia.