Nutrición durante el embarazo: el buen estado nutricional de la madre favorece el crecimiento fetal, provocando un aumento del número de cesáreas.
La mejora gradual de la alimentación materna en los últimos años podría estar en la base del creciente número de mujeres que dan a luz mediante cesárea. El buen estado nutricional de las madres parece, de hecho, favorecer el desarrollo de un feto demasiado grande para un parto natural. Esta teoría explicaría la enorme diferencia en la frecuencia de cesáreas en las distintas zonas del mundo, y estaría también confirmada por el creciente aumento de estas en los países en vías de desarrollo.
Estos son los resultados de un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Viena y publicado en Proceedings of the Royal Society B.
Frecuencia del parto por cesárea: enormes diferencias entre los distintos países del mundo
Aunque la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha sugerido una tasa ideal para las cesáreas de entre el 10% y el 15%, la frecuencia actual de este tipo de parto varía entre los grupos sociales y demográficos, pasando del 1% al 2% en muchos países del África subsahariana, hasta alrededor del 50% en Egipto, Turquía o Brasil. En los países en vías de desarrollo, la incidencia también está aumentando rápidamente. En Europa, las tasas de incidencia van desde aproximadamente el 15% en Escandinavia, hasta más del 35% en Portugal y Rumanía. En Italia, en los últimos veinte años los casos de parto por cesárea han aumentado mucho, pasando del 11,2% en 1980 al 33,2% en 2000, con diferencias sustanciales entre una región y otra. A pesar de las diferencias en las tradiciones de las prácticas obstétricas, del sistema sanitario y de los estilos alimentarios, la variación en la tasa de cesáreas sigue siendo desconcertante. Algunos estudios han evidenciado la tendencia de las madres obesas a dar a luz a recién nacidos muy grandes y a un aumento del riesgo de desproporción feto-pélvica, es decir, el fenómeno que se produce cuando el diámetro de la pelvis materna es más estrecho que el diámetro de la cabeza fetal. Según algunos estudios, las mujeres expuestas a malnutrición durante la infancia y en la primera edad adulta, con baja estatura y un canal pélvico estrecho, que luego han adoptado una dieta rica en calorías durante el embarazo, dan a luz a recién nacidos grandes corriendo graves riesgos durante el parto, debido a la desproporción feto-pélvica. La dieta rica en calorías también influye en el equilibrio entre el metabolismo materno y fetal y puede provocar un aumento de la duración de la gestación, con mayores riesgos de parto post-término y complicaciones obstétricas.
Los datos confirman la relación entre el estado físico de la madre y el tamaño del recién nacido
El equipo de investigadores relacionó el papel de la alimentación materna con las diferencias entre las tasas de parto por cesárea, descubriendo que una alimentación adecuada puede contribuir al desarrollo de un feto desproporcionadamente grande.
"Dado que el feto representa una generación adelantada respecto a la madre, en promedio experimenta aún mejor las condiciones ambientales", declaró el coautor del estudio, Philipp Mitteröcker, biólogo evolutivo de la Universidad de Viena.
Paradójicamente, por tanto, las condiciones ambientales tan mejoradas en las últimas décadas pueden hacer que los partos naturales sean más difíciles y, por tanto, aumentar los casos de cesárea, porque en promedio el feto es más grande que las dimensiones óptimas para dar a luz naturalmente.
Los científicos han planteado la hipótesis de que los cambios de las últimas décadas podrían haber influido en el número de casos de parto por cesárea en los distintos países. El mecanismo que muestra la influencia ambiental y nutricional sobre el tamaño corporal materno y fetal está, de hecho, bien documentado por numerosas investigaciones científicas.
Los detalles del estudio
Durante la investigación, los autores vieneses comenzaron a examinar datos a nivel mundial sobre la tasa nacional de cesáreas y las variaciones en la estatura de los adultos nacidos entre 1896 y 1996. Los porcentajes de partos por cesárea fueron estimados en el período comprendido entre 2005 y 2017; las mujeres que habían dado a luz en este período habían nacido entre los años 70 y los años 90. La frecuencia de parto por cesárea se calculó como el número total de partos por cesárea dividido por el número total de nacimientos. Los resultados indicaron que los cambios ambientales tuvieron un fuerte efecto en el aumento medio de la estatura corporal, establecido en aproximadamente un milímetro por año; y que esto podría causar un aumento de las cesáreas de alrededor del 10%. El crecimiento del tamaño corporal fue típico en muchos países durante los siglos XIX y XX y todavía ocurre en muchos países emergentes. El equipo también recogió datos sobre las tasas nacionales de obesidad y diabetes y sobre la edad media de la madre al primer nacimiento, que son todos factores conocidos por determinar el resultado del parto a nivel individual. Según los investigadores que realizaron el estudio, esto no solo explica parte del aumento de las cesáreas en muchos países, sino que arroja nueva luz sobre las transiciones históricas del parto y pone en entredicho la indicación de la Organización Mundial de la Salud, que ha sugerido una tasa ideal para las cesáreas entre el 10% y el 15%.
El desarrollo socioeconómico influye en la frecuencia de los partos por cesárea
Los resultados obtenidos del estudio destacan la necesidad de una visión más diferenciada que tenga en mayor cuenta las diferencias entre los grupos geográficos y sociales. Según los resultados obtenidos del estudio, el desarrollo socioeconómico y el acceso a la atención sanitaria influyen en la frecuencia de la tasa de cesáreas a través de varios mecanismos, pero el efecto directo más fuerte resultó ser el aumento medio de la estatura. Estos resultados indican que la historia del crecimiento socioeconómico influye a través de su acción sobre el crecimiento prenatal y postnatal, sobre la relación entre las dimensiones maternas y fetales y, por tanto, sobre la dificultad del parto. El estudio por tanto fomenta un cambio de paradigma, alejándose de las explicaciones puramente culturales de las tasas de cesárea hacia una combinación biológica y cultural que incluye las transiciones socioculturales, la anatomía y la fisiología humanas.
Fuente: Eva Zaffarini and Philipp Mitteroecker “Secular changes in body height predict global rates of caesarean section.”; Proceedings of the Royal Society B



