Alergias alimentarias: una ayuda de los suplementos de Omega 3

Seguir una alimentación rica en Omega-3 podría ser un buen coadyuvante en el tratamiento de las alergias alimentarias. Así lo plantean investigadores de la Universidade Federal de Minas Gerais de Belo Horizonte (Brasil), que publicaron en la revista Clinical and Developmental Immunology los resultados de un estudio centrado en analizar el efecto de la suplementación con estos ácidos grasos sobre los síntomas de las alergias. El estudio aporta nuevos datos sobre el papel de estos nutrientes en la modulación de la actividad del sistema inmunológico.

Omega-3, aliados de la inmunidad

Los ácidos grasos Omega-3 influyen tanto en las respuestas inmunológicas como en los procesos inflamatorios. Varios estudios clínicos han demostrado que el aceite de pescado, un suplemento alimenticio rico en estos nutrientes, modula la actividad de las moléculas que desencadenan la inflamación y los factores involucrados en la inmunidad. Estos efectos no se limitan a los adultos. También los niños pueden beneficiarse de la acción de los Omega-3 sobre el sistema inmunológico: los primeros beneficios comienzan ya en el útero materno. Algunos estudios han revelado que los niños cuyas madres tomaron suplementos de Omega-3 (o comieron pescado rico en estos nutrientes) durante el embarazo presentaron los siguientes beneficios para la salud:

• mejor sistema inmunológico;
• niveles de inflamación más bajos;
• menor probabilidad de desarrollar eccema o alergias alimentarias.

Durante la infancia, estos ácidos grasos también han demostrado ser eficaces para reducir la inflamación y los síntomas de la dermatitis atópica.

Aceite de pescado contra las alergias

Los científicos brasileños analizaron el efecto de la administración de aceite de pescado con Omega-3 sobre los síntomas alérgicos, utilizando ratones como modelo experimental. Los animales fueron divididos en 2 grupos: "grupo alérgico" y "grupo no alérgico".

Los animales del “grupo alérgico” fueron sensibilizados a la ovoalbúmina, una proteína de la clara del huevo capaz de provocar alergias. Los del “grupo no alérgico” no fueron sensibilizados. En una segunda fase, todos los animales fueron alimentados con ovoalbúmina para desencadenar la posible reacción alérgica. Además, los ratones recibieron una de dos posibles dietas, distintas por la fuente de grasa utilizada.

La primera dieta estaba basada en aceite de soja, con un contenido del 5% de Omega-3. La segunda estaba enriquecida con aceite de pescado, que contenía un 25% de estos ácidos grasos. El análisis del suero mostró que en el “grupo alérgico” los niveles de anticuerpos dirigidos contra la ovoalbúmina eran más altos que en los otros ratones. Además, en estos animales otros parámetros inflamatorios —como la presencia de edema, el número y la activación de distintos tipos de glóbulos blancos y la producción de mucosidad— eran más elevados que en el “grupo no alérgico”. Sin embargo, la dieta enriquecida con Omega-3 fue suficiente para reducir todos estos síntomas inflamatorios.

Aceite de pescado contra las alergias alimentarias

Según los resultados obtenidos, los autores del estudio concluyeron que los Omega-3 contenidos en el aceite de pescado podrían ayudar en el tratamiento de las alergias alimentarias. Este descubrimiento contribuye a ampliar el papel de estos ácidos grasos en la salud humana.  

Fuente 

1. de Matos OG, Amaral SS, Pereira da Silva PE, Perez DA, Alvarenga DM, Ferreira AV, Alvarez-Leite J, Menezes GB, Cara DC, “Dietary supplementation with omega-3-PUFA-rich fish oil reduces signs of food allergy in ovalbumin-sensitized mice”, Clin Dev Immunol. 2012;2012:236564. doi: 10.1155/2012/236564. Epub 2011 Nov 17