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Autismo: La vitamina D ayuda a mejorar el comportamiento

Autismo y vitamina D: esto es lo que los une y cómo mejora el comportamiento


La vitamina D puede influir en el nivel de serotonina en el cerebro y modificar los comportamientos anómalos en los niños con autismo. Más exactamente, parece que niveles adecuados de la vitamina son necesarios para estimular la producción de esta importante hormona que regula la función, la estructura cerebral y el comportamiento social.


Es lo que se desprende de un estudio publicado en la revista The FASEB Journal, y realizado en el Children's Hospital Oakland Research Institute de California (EE.UU.), con el objetivo de revelar la relación entre serotonina, vitamina D y el trastorno autista.



Autismo, serotonina y vitamina D

La serotonina, conocida también como "hormona de la felicidad", es un neurotransmisor producido en el cerebro y en otros tejidos, a partir del aminoácido triptófano. Diversos estudios en los últimos años han identificado una relación entre la carencia de serotonina y el autismo, un trastorno neuropsiquiátrico caracterizado por comportamientos repetitivos y estereotipados y por la alteración de la comunicación y de las relaciones sociales. Investigaciones anteriores han identificado un vínculo entre autismo y deficiencia de vitamina D, una molécula conocida principalmente por su capacidad para regular la absorción y el depósito de calcio y fósforo. Hasta ahora no se había evidenciado el mecanismo que relacionaba la vitamina D, la serotonina y los síntomas del autismo.



Los hallazgos del nuevo estudio

Los investigadores descubrieron que la vitamina D es capaz de activar el gen que produce la enzima TPH2 (triptófano hidroxilasa 2) necesaria para transformar el aminoácido triptófano en serotonina, en el sistema nervioso central. La vitamina es, en cambio, capaz de desactivar el gen de la enzima TPH1 que, de manera similar al TPH2, produce la serotonina en el intestino y en otros tejidos donde, si está en exceso, favorece la inflamación. 


El efecto opuesto de la vitamina D sobre los dos genes explicaría algunas condiciones típicas del autismo, entre ellas la elevada concentración de serotonina en la sangre respecto al sistema nervioso y los consiguientes déficits en el desarrollo cerebral. Los bajos niveles de la vitamina durante el desarrollo fetal y neonatal podrían causar una actividad insuficiente de TPH2 con consecuencias graves para el cerebro tanto a nivel estructural como funcional. 


Esta hipótesis sugiere la importancia de una ingesta adecuada de vitamina D durante el embarazo, así como de vitamina D y triptófano en las primeras fases de la infancia. Los investigadores descubrieron que también la oxitocina y la vasopresina, otras dos hormonas cerebrales que influyen en el comportamiento social, son estimuladas por la presencia de la vitamina D.



La vitamina D para mejorar los síntomas del autismo

Aunque se necesitan más estudios, los investigadores plantean la hipótesis de que la suplementación con vitamina D, junto con Omega-3 y triptófano, podría ayudar a prevenir o mejorar algunos de los comportamientos típicos del autismo, sin riesgo de efectos secundarios. 


En este sentido, también han señalado que los niveles de vitamina D recomendados por las directrices hacen referencia a las concentraciones necesarias para asegurar una correcta salud ósea (30 ng/mL), mientras que podrían no ser suficientes para garantizar otras funciones en otros tejidos como el nervioso. 


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Fuente: Rhonda P. Patrick and Bruce N. Ames “Vitamin D hormone regulates serotonin synthesis. Part 1: relevance for autism” The FASEB Journal, 2014; DOI: 10.1096/fj.13-246546.