Recién nacidos y niños

Epilepsia y embarazo: El ácido fólico reduce el riesgo de deterioro cognitivo en los hijos de mujeres que toman fármacos antiepilépticos.

El consumo de ácido fólico en el periodo periconcepcional favorece el desarrollo cognitivo de los niños nacidos de mujeres que toman medicamentos para la epilepsia.


Los efectos neuropsicológicos de la vitamina B9 sobre el feto parecen influir positivamente en las capacidades verbales, las funciones globales, lingüísticas, no verbales y ejecutivas. Estos resultados confirman los de un estudio previo, que demostró que el uso de ácido fólico en las primeras etapas del embarazo puede tener un efecto preventivo sobre el retraso del lenguaje en los niños, una condición asociada al uso de antiepilépticos durante la gestación.

Así lo demostró un equipo de investigadores de varias universidades estadounidenses en un estudio publicado recientemente en la revista Neurology, de la American Academy of Neurology.


El ácido fólico previene malformaciones congénitas y favorece el desarrollo neurocognitivo

Una dieta rica en folatos está recomendada para todas las mujeres en edad fértil para prevenir malformaciones congénitas en recién nacidos. Sin embargo, el consumo de alimentos ricos en folatos suele ser insuficiente, por lo que el uso de suplementos de ácido fólico (o vitamina B9) se aconseja especialmente en mujeres en edad fértil. La carencia de ácido fólico durante el embarazo aumenta el riesgo de defectos del tubo neural, un grupo de malformaciones que incluyen espina bífida y labio leporino.

Pocos estudios han analizado si la suplementación con ácido fólico también puede proteger frente a alteraciones del desarrollo neurológico tras la exposición fetal a medicamentos antiepilépticos. Algunas investigaciones han sugerido que los suplementos de ácido fólico pueden tener un efecto positivo sobre el cociente intelectual (CI) y las capacidades verbales en niños expuestos a antiepilépticos durante la fase fetal.

Otros estudios indican que el consumo de ácido fólico en el periodo periconcepcional —desde un mes antes de la concepción hasta el tercer mes de embarazo— puede tener un efecto protector frente a los déficits de lenguaje inducidos por estos medicamentos. Los antiepilépticos, si se toman durante la gestación, pueden tener efectos teratogénicos, es decir, interferir negativamente en el desarrollo fetal. En particular, algunos se han asociado con trastornos del desarrollo neurológico y del comportamiento.

Estos fármacos, lamentablemente, suelen ser necesarios para mujeres jóvenes y en edad fértil que padecen epilepsia, dolor crónico o trastornos psiquiátricos, y durante el embarazo no siempre se puede suspender el tratamiento, ya que las crisis epilépticas podrían causar daños tanto a la madre como al feto.

La suplementación con ácido fólico mejora el rendimiento cognitivo en hijos de mujeres con epilepsia

En este estudio, los investigadores analizaron datos recogidos previamente y hallaron una asociación positiva entre la exposición fetal al ácido fólico y un mejor desarrollo neurológico en los hijos de mujeres que tomaban antiepilépticos. A los 6 años, los niños expuestos al ácido fólico en el útero obtuvieron mejores resultados en pruebas de desarrollo no verbal, lenguaje expresivo y función ejecutiva.

A los 3 años, se hallaron asociaciones positivas entre la cantidad de ácido fólico consumido por la madre y algunos test para diagnosticar trastornos del lenguaje: índice verbal, índice de lenguaje receptivo. No se encontraron efectos significativos para el índice no verbal ni el índice expresivo. Estos resultados sugieren que los efectos de la vitamina B9 afectan múltiples áreas de la función neuropsicológica, incluidas las habilidades lingüísticas, no verbales y ejecutivas, con un impacto que se extiende a la edad escolar y predice capacidades cognitivas en la adultez.

Algunos detalles del estudio

Para llevar a cabo el estudio NEAD (Neurodevelopmental Effects of Antiepileptic Drugs), se reclutaron mujeres embarazadas con epilepsia en tratamiento con uno de los fármacos antiepilépticos más comunes: carbamazepina, lamotrigina, fenitoína o valproato. Las mujeres —305 en total— fueron seguidas entre octubre de 1999 y febrero de 2004, en 25 centros de epilepsia en EE.UU. y Reino Unido.

Pero sobre todo se evaluó a sus hijos: 311 niños realizaron una batería de pruebas neuropsicológicas a los 3 y 6 años. Los resultados se correlacionaron con el uso de suplementos de ácido fólico por parte de las madres antes y durante el embarazo. Los niños expuestos a una baja dosis de ácido fólico (0-0,4 mg/día) mostraron un CI intermedio entre los no expuestos y los que recibieron dosis superiores a 0,4 mg diarios.

No obstante, solo 6 niños estaban en el grupo de baja dosis, lo cual limitó la evaluación de efectos dependientes de la dosis. También se tuvieron en cuenta variables de confusión como CI materno, edad, nivel educativo, empleo, etnia, consumo de alcohol, tabaco u otros medicamentos, embarazos no deseados, etc.

El efecto del ácido fólico sobre el lenguaje: el estudio noruego

Los resultados obtenidos coinciden con los de un estudio noruego publicado un año y medio antes en Neurology. En este trabajo, realizado también en hijos de mujeres que tomaban antiepilépticos durante el embarazo, los investigadores recopilaron información sobre el uso de medicamentos e ingesta de ácido fólico. Los padres rellenaron cuestionarios sobre el desarrollo del lenguaje a los 18 meses y tres años.

Los resultados mostraron que los hijos de mujeres que no tomaban ácido fólico tenían un riesgo cuatro veces mayor de problemas de lenguaje a los 18 meses, y casi cinco veces mayor a los tres años, en comparación con los hijos de mujeres sin epilepsia que tampoco tomaban suplementos.

Entre los hijos de madres que sí tomaron ácido fólico durante el embarazo, solo el 17% mostró retrasos a los 18 meses, frente al 11% del grupo sano. Estos resultados se mantuvieron tras ajustar por otros factores como educación parental, tabaquismo, consumo de alcohol y edad gestacional.

Los investigadores noruegos, de la Universidad de Bergen, observaron además que las madres de niños con retraso en el lenguaje empezaron a tomar ácido fólico después de la sexta semana de gestación, mientras que aquellas con hijos sin retraso comenzaron tres semanas antes de la concepción.

Esto sugiere que el efecto positivo del suplemento es significativo solo si se inicia entre la cuarta semana antes del embarazo y el final del primer trimestre, subrayando que este es el periodo más importante para prevenir retrasos en el lenguaje.

Aún queda por investigar el efecto protector del ácido fólico en el periodo periconcepcional

Estos dos estudios, realizados en poblaciones diferentes de mujeres y niños, evidencian la necesidad de suplementación con ácido fólico en mujeres en edad fértil que deben tomar medicamentos antiepilépticos.

En el estudio estadounidense se investigó la relación entre exposición fetal al ácido fólico y desarrollo cognitivo mediante evaluaciones neuropsicológicas, mientras que en el noruego se evaluó el lenguaje a través de cuestionarios a los padres.

Ambos estudios sugieren un papel del ácido fólico en la reducción del riesgo de déficits de lenguaje y otras funciones neurocognitivas asociados a la teratogenicidad de ciertos fármacos. Los mecanismos que explican esta acción aún se comprenden poco. Una combinación de investigación básica y clínica es fundamental para definir completamente los efectos de la vitamina B9 y de los medicamentos sobre el feto en desarrollo, y así optimizar el cuidado de las mujeres epilépticas durante el embarazo.


Fuente:

1. Kimford J. Meador et al., “Effects of periconceptional folate on cognition in children of women with epilepsy: NEAD study”. Neurology, 2020
2. Husebye, Elisabeth Synnøve Nilsen et al., Verbal abilities in children of mothers with epilepsy: Association to maternal folate status. Neurology, 2018