Recién nacidos y niños

Tomar Omega-3 durante el embarazo reduce el riesgo de muerte perinatal y convulsiones neonatales.

Omega-3 en el embarazo: menos riesgos de muerte perinatal

Nuevas ventajas de la ingesta de Omega 3 durante la gestación: 800 miligramos al día de DHA (ácido docosahexaenoico) en la segunda mitad del embarazo permiten reducir tanto el riesgo de muerte perinatal como la aparición de convulsiones neonatales. Los indicios de este beneficio de los Omega-3 fueron recogidos por un grupo de investigadores australianos coordinados por el Women's & Children's Health Research Centre y la Universidad de Adelaida (Australia). Los resultados de sus investigaciones fueron publicados en las páginas del American Journal of Clinical Nutrition.


Consumir Omega-3 en el embarazo: ¿por qué hace tan bien?

Los Omega-3 son indispensables para un correcto desarrollo del sistema nervioso del feto. Toda mujer debería asegurarse una reserva adecuada ya antes del embarazo, ya que estos ácidos grasos junto con otros nutrientes se transfieren del organismo materno al bebé. Además, el contenido de Omega-3 del líquido amniótico depende de la alimentación de la futura madre. Diversos estudios han demostrado que consumir Omega-3 durante el embarazo no daña en absoluto al bebé. Al contrario, las investigaciones realizadas hasta hoy indican que niveles elevados de Omega-3 pueden reducir el riesgo de aparición de varias patologías y complicaciones:

  • nacimiento prematuro
  • preeclampsia
  • parálisis cerebral

En particular, la ingesta de Omega-3 permite:

  • reducir la presión arterial, un factor determinante para la preeclampsia;
  • promover el correcto flujo sanguíneo en la placenta y así permitir el intercambio eficiente de nutrientes entre madre y bebé.

Por este motivo los expertos recomiendan consumir durante los últimos 3 meses de gestación 300 miligramos al día de Omega-3.


Omega-3 para una gestación a buen término

El estudio involucró a 2.399 mujeres con menos de 21 semanas de gestación que consumieron 800 miligramos al día de DHA o un aceite vegetal pobre en Omega-3.

  • En el grupo que consumió DHA se registraron 3 casos de muerte perinatal (0,125%) y ningún caso de convulsiones neonatales.
  • En el grupo que no consumió Omega-3 se encontraron 12 muertes perinatales (0,5%) y 5 casos de convulsiones neonatales (0,21%).

Este Omega-3 podría por lo tanto reducir tanto el riesgo de muerte perinatal como el de convulsiones en el bebé. Sin embargo, estas dosis de DHA no parecerían adecuadas para disminuir la incidencia de preeclampsia y diabetes gestacional. Estudios anteriores han demostrado que en el caso de la preeclampsia es la relación entre los niveles de Omega-3 y Omega-6 lo que marca la diferencia2.


¿Qué Omega-3?

Para los autores, la validez de estos indicios deberá ser confirmada por otros estudios. Es importante recordar que siempre es necesario consultar al propio médico antes de consumir Omega-3 u otros suplementos alimenticios durante el embarazo. Por ejemplo, el aceite de semillas de lino es una buena fuente de Omega-3, pero algunos expertos desaconsejan su consumo en el embarazo porque contiene sustancias que podrían influir en la actividad hormonal3



Fuente: 

1. Zhou SJ, Yelland L, McPhee AJ, Quinlivan J, Gibson RA, Makrides M, “Fish-oil supplementation in pregnancy does not reduce the risk of gestational diabetes or preeclampsia”, Am J Clin Nutr. 2012 Jun;95(6):1378-84. Epub 2012 May 2 

2. Williams MA, Zingheim RW, King IB, Zebelman AM, “Omega-3 fatty acids in maternal erythrocytes and risk of preeclampsia”, Epidemiology. 1995 May;6(3):232-7 

3. Brooks JD, Ward WE, Lewis JE, Hilditch J, Nickell L, Wong E, Thompson LU, “Supplementation with flaxseed alters estrogen metabolism in postmenopausal women to a greater extent than does supplementation with an equal amount of soy”, Am J Clin Nutr. 2004 Feb;79(2):318-25