Omega-3 para la salud y el bienestar de los niños
Omega 3 niños: el aceite de pescado a favor de un futuro saludable
Los ácidos grasos Omega 3 son importantes para el desarrollo, el bienestar y la salud de los niños. De hecho, son nutrientes esenciales necesarios para el organismo desde la concepción. Sus funciones también son indispensables durante la infancia y la adolescencia. A lo largo de las diferentes fases del desarrollo del niño, los ácidos grasos poliinsaturados (entre ellos los Omega-3) desempeñan esencialmente 3 funciones:
- son componentes importantes de las membranas celulares, especialmente a nivel del sistema nervioso;
- participan en las reacciones que, dentro de las células, permiten la producción de energía;
- son los precursores de algunos de los eicosanoides, moléculas que regulan procesos fisiológicos como la inflamación y la coagulación.
Omega-3 para los niños
El organismo es incapaz de sintetizar los principales ácidos grasos poliinsaturados: esto significa que los niños deben introducir los Omega-3 con la alimentación. Al igual que en los adultos, también en la primera infancia existen 3 formas que pueden ser ingeridas:
- ácido alfa-linolénico
- ácido eicosapentaenoico (EPA)
- ácido docosahexaenoico (DHA)
El primero se encuentra en algunas algas, legumbres verdes, nueces y semillas de lino. Sin embargo, se convierte con baja eficiencia (estimada en torno al 5-15%) en EPA y DHA, Omega-3 de origen animal derivados de anchoas, salmón, sardinas y atún. Una vez en el tracto gastrointestinal, EPA y DHA se absorben fácilmente y están disponibles para su utilización.
Omega-3 para la salud de los pequeños
En los niños, los Omega-3 EPA y DHA han demostrado ser útiles en el tratamiento de las afecciones asmáticas. Los datos presentes en la literatura indican que los Omega-3 son eficaces en reducir la incidencia del asma y en controlar la intensidad de las crisis. Otros estudios se han centrado en los beneficios de estos ácidos grasos para los trastornos psiquiátricos y psicológicos en la infancia. En particular, los Omega-3 mejoran los trastornos del comportamiento en los niños que sufren de síndrome de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), dislexia y dispraxia, un trastorno de la coordinación y del movimiento. Aunque las investigaciones que han evidenciado estos beneficios de los Omega-3 para la salud de los niños proporcionan datos preliminares, se trata de descubrimientos caracterizados por una interesante perspectiva terapéutica. Nuevos datos en apoyo de la importancia de estos ácidos grasos en la infancia siguen emergiendo. Otros estudios han demostrado, de hecho, que EPA y DHA son útiles en la promoción del desarrollo de las capacidades intelectuales incluso en los niños que, en edad escolar, no presentan trastornos del aprendizaje.
Fuente
1. Calder PC, “Long-chain n-3 fatty acids and inflammation: potential application in surgical and trauma patients”, Braz J Med Biol Res. 2003 Apr;36(4):433-46
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