Comer pescado una vez al mes reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 30%.
Problemas cardíacos: 30% menos riesgo comiendo pescado al menos una vez al mes
Consumir pescado una vez al mes y tener niveles más altos de ALA (ácido alfa-linolénico) y DPA (ácido docosapentaenoico) en la sangre reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca. Para reducir la probabilidad de sufrir una insuficiencia cardíaca podría bastar con poner en el plato al menos una vez al mes pescado rico en Omega-3.
De hecho, según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, el consiguiente aumento de los niveles de los ácidos grasos ALA y DPA en sangre disminuye la incidencia de este trastorno. El descubrimiento es fruto de una colaboración entre investigadores del Brigham and Women's Hospital, la Harvard Medical School y el Veterans Affairs Healthcare System de Boston, y de la Universidad de Minnesota en Minneapolis (Estados Unidos).
Cuidar el corazón con los Omega-3
Que los Omega-3 son aliados de la salud del corazón y las arterias es un hecho conocido por los científicos desde hace décadas. De hecho, ya en los años 70 del siglo pasado se evidenció una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares en poblaciones cuya alimentación era especialmente rica en estos nutrientes, ingeridos a través de pescado graso de mares fríos, rico precisamente en Omega-3.
Desde entonces, diversas investigaciones han confirmado estas primeras observaciones, revelando que estos ácidos grasos mejoran el contenido de lípidos (en particular, triglicéridos y colesterol) en sangre, reducen el riesgo de trombosis, actúan positivamente sobre la presión arterial y el ritmo cardíaco y mejoran la funcionalidad de los vasos sanguíneos. Sin embargo, los expertos aún tenían dudas sobre la asociación entre el consumo de Omega-3 y el riesgo de insuficiencia cardíaca. Los estudios realizados al respecto habían producido resultados contradictorios. Para aclarar la cuestión, los investigadores de Boston y Minneapolis realizaron dos análisis que involucraron, en total, a casi 21 mil hombres con una edad media de 58,7 años.
Omega-3 diferentes para necesidades distintas
Los científicos midieron las concentraciones en sangre de varias formas de Omega-3. Entre ellas, las más conocidas son el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico), con propiedades antiinflamatorias e indispensables para el desarrollo del sistema nervioso. Sin embargo, los análisis no mostraron una relación significativa entre los niveles sanguíneos de estos dos Omega-3 y el riesgo de insuficiencia cardíaca. No obstante, los investigadores descubrieron que consumir al menos una porción de pescado al mes reduce en un 30% la probabilidad de desarrollar este trastorno.
Al mismo tiempo, el riesgo de insuficiencia cardíaca es menor si aumentan los niveles sanguíneos de otros dos ácidos grasos de esta familia: el ALA y el DPA. El primero es el Omega-3 presente en algunos alimentos de origen vegetal, como las nueces, y solo puede ser utilizado tras ser convertido por el organismo en EPA y DHA. Según este estudio, los hombres con los niveles más altos de ALA en sangre tienen un riesgo de insuficiencia cardíaca un 34% menor en comparación con aquellos con niveles más bajos. El DPA, en cambio, es especialmente abundante en la leche materna y en el aceite de foca, pero también se obtiene a partir del EPA, que así se activa dentro de los vasos sanguíneos. El equipo de investigadores estadounidenses descubrió que niveles más altos de DPA pueden reducir hasta en un 45% el riesgo de insuficiencia cardíaca.
Dudas disipadas
Estos resultados arrojan luz sobre los hallazgos contradictorios de estudios anteriores, sumando a los beneficios ya comprobados de los Omega-3 para la salud cardiovascular también la reducción del riesgo de insuficiencia cardíaca. Solo queda una cuestión por aclarar: ¿los beneficios observados en los hombres también serán válidos para las mujeres?
Fuente Wilk JB, Tsai MY, Hanson NQ, Gaziano JM, Djoussé L, “Plasma and dietary omega-3 fatty acids, fish intake, and heart failure risk in the Physicians' Health Study”, Am J Clin Nutr. 2012 Oct;96(4):882-8. Epub 2012 Sep 5



