Omega-3: Un nuevo análisis confirma sus beneficios para el corazón y las arterias
Omega 3 EPA DHA: los grandes beneficios antiinflamatorios para el corazón y las arterias
Las pruebas de los beneficios para la salud del corazón ejercidos por los ácidos grasos Omega-3 son significativas, pero no todas las fuentes de estos alimentos son eficaces de la misma manera. Así lo demuestra un nuevo análisis de los datos presentes en la literatura científica, publicado por los investigadores del Linus Pauling Institute de la Oregon State University de Corvallis (Estados Unidos). Realizado por Donald Jump, Christopher Depner y Sasmita Tripathy, el análisis ofrece también una posible explicación a los resultados contradictorios obtenidos en algunos estudios recientes. En particular, según los expertos, los beneficios ejercidos por el aceite de pescado rico en Omega-3 sobre la salud de los pacientes a los que ya se les ha diagnosticado un trastorno cardiovascular están enmascarados por la elevada eficacia de los medicamentos que estos mismos pacientes ya están tomando.
Beneficios para el corazón (y no solo)
Los primeros indicios de la eficacia protectora de los Omega-3 frente al corazón y los vasos sanguíneos se remontan a los años 70 del siglo pasado. En aquella época Jorn Dyeberg notó que las poblaciones esquimales de Groenlandia, cuya alimentación era rica en pescado graso que contenía precisamente Omega-3, estaban protegidas de la aparición de las enfermedades cardiovasculares. Cuatro décadas de investigaciones permiten hoy afirmar que estos ácidos grasos no son valiosos solo para reducir el riesgo de trombosis, para mejorar la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y la funcionalidad vascular. De hecho, los ácidos eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), los dos Omega-3 de los que son ricos el pescado y el aceite obtenido de él, ejercen, por ejemplo, beneficios también a nivel del sistema nervioso, de las articulaciones y del sistema inmunitario.
Los medicamentos cardíacos pueden enmascarar los beneficios de los omega 3
Mientras la ciencia descubría el papel protector ejercido por los Omega-3 frente al corazón, la medicina avanzaba enormemente también en el desarrollo de medicamentos para el tratamiento de las patologías cardiovasculares. Hoy quien sufre de estas enfermedades puede contar con terapias extremadamente eficaces. Según Jump, es precisamente esta realidad la que hace menos evidentes los beneficios del consumo de aceite de pescado en quienes ya sufren patologías cardiovasculares y están tomando estos medicamentos. De hecho, como subrayó el propio Jump, los primeros estudios, realizados hace unas décadas, habían detectado que los Omega-3 ejercen efectos beneficiosos también en quienes padecen una patología cardiovascular. Beneficios que hoy están enmascarados por el efecto de los medicamentos, cuya administración ciertamente no se interrumpe para experimentar la eficacia de otros productos. Otro punto fundamental señalado por Jump es el hecho de que el aceite de pescado no es un medicamento, sino un suplemento alimenticio y precisamente por ello debe consumirse durante más tiempo que un fármaco antes de mostrar sus efectos.
¿Cuántos Omega-3 para hacer prevención?
El análisis destaca también las diferencias entre las distintas fuentes de Omega-3 disponibles en el mercado. Jump subrayó que las pruebas actualmente disponibles evidencian que lo que importa para la prevención de los trastornos cardiovasculares es la cantidad de EPA y DHA en los tejidos cardíacos y en la sangre. Con respecto al pescado y al aceite derivado de él, las fuentes vegetales serían menos eficaces porque no proporcionan directamente al organismo estos dos Omega-3, sino su precursor, el ácido alfa-linolénico (ALA), que se convierte en los otros dos con una eficacia bastante baja. Por ello, el experto aconseja consumir cada día entre 200 y 300 miligramos de una mezcla de EPA y DHA para proteger la salud cardiovascular.
Fuente Jump DB, Depner CM, Tripathy S, “Omega-3 fatty acid supplementation and cardiovascular disease: Thematic Review Series: New Lipid and Lipoprotein Targets for the Treatment of Cardiometabolic Diseases”, J Lipid Res. 2012 Dec;53(12):2525-45. doi: 10.1194/jlr.R027904



