Los omega-3 bloquean la ciclooxigenasa y, por lo tanto, combaten la inflamación.
Suplementos de aceite de pescado: ¡alto a la ciclooxigenasa, alto a la inflamación!
Los Omega 3 bloquean la acción de la ciclooxigenasa (COX), enzima responsable de la producción de las prostaglandinas, hormonas que dan origen a la inflamación. Edward Dennis y colegas de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), por primera vez, descubrieron los mecanismos del efecto ejercido por estos ácidos grasos dentro de las células. La investigación sugiere que el efecto de los Omega-3 podría potenciarse para sortear los mecanismos de la inflamación antes incluso de que se desencadenen. El estudio fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Omega-3, ácidos grasos amigos de la salud
Los beneficios de los Omega-3 son conocidos ya desde los años setenta del siglo pasado, cuando en los esquimales se observó una disminución de las enfermedades cardiovasculares. La población esquimal consumía grandes cantidades de pescado rico en estos ácidos grasos. Los investigadores, a lo largo de estas décadas, han demostrado que los Omega-3 son también indispensables para el correcto desarrollo del sistema nervioso así como para ejercer una acción de tipo antiinflamatorio. Ningún estudio había identificado hasta ahora los blancos celulares de su acción.
Omega-3 como la aspirina
Dennis y sus colegas utilizaron en sus experimentos algunas células del sistema inmunitario de ratones, los macrófagos. Los investigadores alimentaron estas células con 3 tipos diferentes de Omega-3:
- EPA (ácido eicosapentaenoico);
- DHA (ácido docosahexaenoico);
- AA (ácido araquidónico).
Tras la inoculación, los investigadores las estimularon para desencadenar una respuesta inflamatoria. La administración de los 3 tipos de Omega-3 inhibió sin embargo la acción de la COX, necesaria para que se produzcan las hormonas responsables de la inflamación. Dennis explicó que este mecanismo de acción es muy similar al de la aspirina, que reduce el dolor y la inflamación interfiriendo con los procesos en los que está implicada la enzima COX-2. Los investigadores estudiaron más a fondo lo que ocurría en los macrófagos y descubrieron que las células convierten el EPA previamente administrado en DPA (ácido docosapentaenoico). El DPA es la molécula que actúa directamente sobre el funcionamiento de la COX.
Las aplicaciones prácticas del descubrimiento
Dennis comentó el hallazgo subrayando que el conocimiento de los mecanismos de acción de los Omega-3 podría permitir regular de forma precisa los procesos inflamatorios. En particular, los Omega-3 podrían utilizarse para reducir la producción de moléculas proinflamatorias (las prostaglandinas) y aumentar la de moléculas antiinflamatorias (las resolvinas). Pero el descubrimiento también podría ayudar a identificar posibles efectos secundarios ocultos del uso de Omega-3. De hecho, si estos ácidos grasos tienen el mismo efecto que algunos medicamentos (como la aspirina) que tienen efectos secundarios conocidos, podría no ser recomendable usarlos simultáneamente.
Fuente:
1. Norris PC, Dennis EA, “Omega-3 fatty acids cause dramatic changes in TLR4 and purinergic eicosanoid signaling”, Proc Natl Acad Sci U S A. 2012 May 14.



