Sistema cardiovascular

Aceite de pescado: fuente de Omega-3 contra el síndrome metabólico

Síndrome metabólico: el aceite de pescado, un excelente aliado para combatirla

Los ácidos grasos Omega 3 contenidos en el aceite de pescado ayudan a combatir la síndrome metabólico, una preocupante combinación de factores peligrosos para la salud asociada a patologías como la diabetes y trastornos cardiovasculares.

Actúan directamente sobre el funcionamiento de las células grasas que constituyen el tejido adiposo, llevando a cabo una verdadera acción antiobesidad. Así lo demuestran las investigaciones de Michael Puglisi y colegas de la Vanderbilt University (Nashville, Estados Unidos), publicadas en el Journal of Nutritional Biochemistry. Según evidenció el grupo de Puglisi, es el mismo tejido adiposo el que media el efecto beneficioso del aceite de pescado contra los factores de riesgo del síndrome metabólico. De hecho, los ácidos grasos Omega-3 promueven cambios en el metabolismo del tejido adiposo que, a su vez, contribuyen a la mejora de los niveles de glucosa y lípidos.


El tejido adiposo, enemigo-amigo del organismo

Las células grasas, verdaderos almacenes de energía en exceso, son elementos fundamentales para la regulación del balance de lípidos en el organismo. Para que esta función pueda desempeñarse de la manera más correcta posible es necesario que la ingesta diaria de grasas esté, a su vez, equilibrada. De lo contrario, el riesgo de problemas de salud está a la vuelta de la esquina. Entre ellos, el más evidente es el aumento de peso. Según los expertos, la obesidad ha llevado a un alarmante aumento en la incidencia de muchos trastornos crónicos, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Y dado que es la alimentación incorrecta la que conduce al sobrepeso, son los mismos científicos quienes recomiendan resolver el problema introduciendo en la dieta nutrientes específicos. Desde este punto de vista, el aceite de pescado y, más en general, los ácidos grasos Omega-3 representan un excelente remedio.


Omega-3 y síndrome metabólico: una acción integral de contrarresto

De hecho, los Omega-3 actúan en el organismo a varios niveles y su efecto es resultado tanto de una acción a nivel hepático como de la modulación directa de los niveles de lípidos en sangre. Pero el aceite de pescado también regula los niveles plasmáticos de dos moléculas producidas por el tejido adiposo, la adiponectina y la lectina. Estas dos moléculas pertenecen al grupo de las adipocinas, sustancias importantes para la regulación de la respuesta inmunitaria. En particular, la adiponectina está implicada en la mejora de los parámetros biológicos del síndrome metabólico debido a la ingesta de Omega-3. Además, están surgiendo nuevos datos que asignan un papel similar a la leptina. Gracias a estos efectos, el aceite de pescado garantiza no solo la reducción de los triglicéridos plasmáticos, sino también el aumento de la sensibilidad a la insulina, indispensable para combatir la diabetes tipo 2, y la reducción de la presión arterial, de los eventos trombóticos y de las arritmias, contribuyendo a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Y las acciones positivas del aceite de pescado no terminan aquí: también la inflamación asociada al tejido adiposo es reducida por los Omega-3. Los resultados son tan alentadores que los expertos del sector sugieren la posibilidad de que en un futuro próximo puedan identificarse agentes farmacológicos que actúen sobre los mecanismos regulados por los Omega-3.    

Fuente 

1. Puglisi MJ, Hasty AH, Saraswathi V, “The role of adipose tissue in mediating the beneficial effects of dietary fish oil”, J Nutr Biochem. 2011 Feb;22(2):101-8 2. http://www.nutraingredients-usa.com/On-your-radar/Omega-3/Fat-tissue-may-mediate-omega-3-response-to-metabolic-syndrome-Review