Terapia post infarto: los omega-3 reducen el riesgo de mortalidad y recurrencia
Terapia postinfarto: con los omega 3 menos muertes y recaídas
En los sujetos que han sobrevivido al infarto agudo de miocardio, el tratamiento con omega-3 se asocia a una reducción del 24% en la mortalidad y del 35% en las recaídas. Una conclusión que respalda los resultados de otros estudios clínicos recientes, contribuyendo a aclarar el papel protector de la terapia con EPA y DHA en el periodo posterior al infarto.
Es lo que demuestra un amplio estudio realizado en Italia por investigadores de la Universidad de Brescia y publicado en la revista American Journal of Cardiology.
Necesidad de estudios “Real World”
Los resultados obtenidos confirman los de un importante estudio italiano, el GISSI-Prevenzione, que en 1999 demostró que en los pacientes que habían sobrevivido a un infarto, el tratamiento con 1 gramo diario de omega-3 reducía el riesgo de muerte, de recaída y de ictus. A pesar de que otras investigaciones también han evidenciado su beneficio, todavía existe escepticismo respecto a la terapia con omega-3 en el periodo posterior al ataque cardíaco, tanto por la falta de datos sobre este tipo de tratamiento como por los resultados contradictorios de algunos estudios. Como explicaron los propios autores de la Universidad de Brescia, la heterogeneidad de los efectos observados probablemente se debe a algunas limitaciones de los ensayos clínicos aleatorizados (RCT) realizados hasta ahora.
Los estudios RCT, de hecho, incluyen poblaciones seleccionadas de sujetos, excluyendo a aquellos con otras patologías o condiciones de salud particulares, y se llevan a cabo durante un tiempo limitado de tratamiento y observación. Por lo tanto, lo que surge de los RCT no siempre es generalizable a la clínica real, donde además la adherencia a los tratamientos establecidos por las guías clínicas suele ser menor. En el caso de las investigaciones sobre suplementación con omega-3, las dosis utilizadas han sido a menudo muy bajas en comparación con algunos trabajos recientes, como el OMEGA-REMODEL, en el que la administración de 4 gramos de Omega-3 dentro de 1 mes del infarto favorecía el remodelado del ventrículo izquierdo y reducía la inflamación.
Por estos motivos, para los investigadores italianos nació la necesidad de un estudio “Real World”, que considera los datos procedentes de los historiales clínicos de pacientes reales con una historia clínica propia, y que permite obtener información sobre un gran número de sujetos durante largos periodos de tiempo.
Encontrada relación entre omega-3 y reducción de la probabilidad de un nuevo infarto
La reevaluación del papel de los omega-3 en pacientes postinfartados, recientemente dados de alta del hospital, en el contexto del Real World, tuvo en cuenta las características de los sujetos y las eventuales terapias concomitantes. Los resultados demostraron que el tratamiento con omega-3 estaba fuertemente asociado a una reducción del riesgo de nuevo infarto del 35% y también de muerte por todas las causas del 24%.
Estos datos fueron observados a pesar de que aproximadamente la mitad de los sujetos tratados con omega-3 no cumplió completamente la terapia, mostrando una adherencia máxima del 80%. Además, del estudio surgió que los efectos beneficiosos de los omega-3 sobre la recaída de infarto eran evidentes solo en los pacientes que habían tomado estatinas, fármacos comunes para el control del colesterol, lo que sugiere la interacción entre terapias específicas y omega-3.
Detalles del estudio
El estudio fue el primero realizado en Italia con datos clínicos reales sobre un número elevado de pacientes que habían sobrevivido a un infarto. Para poder llevarlo a cabo, los investigadores utilizaron las bases de datos administrativas de 5 Unidades Sanitarias Locales (USL). Fueron incluidos en la investigación aquellos que habían sido dados de alta del hospital con un diagnóstico principal de infarto agudo de miocardio entre enero de 2010 y diciembre de 2011. Para cada sujeto se identificaron informaciones relativas al alta hospitalaria, a los medicamentos prescritos y a la eventual mortalidad. Los participantes fueron seguidos durante 12 meses después del alta. En total, el estudio incluyó a 11.269 pacientes, con una edad media de 69 años; entre ellos, 2.425 habían tomado omega-3. Las características de los pacientes y el riesgo de mortalidad y de nuevo infarto fueron relacionadas con la prescripción diaria de 1 gramo de omega-3 después del alta. Los sujetos tratados con los ácidos grasos eran, en general, más jóvenes, de sexo masculino y con diabetes. En comparación con los demás, mostraban mayor probabilidad de seguir la terapia médica postinfarto indicada por las guías clínicas, que incluía diversos medicamentos como betabloqueadores, estatinas y antiagregantes.
Los omega-3 como terapia de apoyo
Según los autores del estudio, esta investigación pone de manifiesto una fuerte asociación independiente del tratamiento con omega-3 con la reducción de la mortalidad y de las recaídas en los sujetos que han sobrevivido a un infarto. Esto, como subrayaron los investigadores, no sugiere ninguna modificación de las terapias médicas recomendadas hasta ahora, pero apoya la hipótesis de que los omega-3 pueden potenciar el efecto de las estatinas, mejorando la vida del paciente y reduciendo las rehospitalizaciones.
Fuente: Greene SJ, Temporelli PL, Campia U, et al. Effects of Polyunsaturated Fatty Acid Treatment on Postdischarge Outcomes After Acute Myocardial Infarction. Am J Cardiol, 2015 Nov 18.



