Los omega-3 contrarrestan la disminución de la densidad ósea debida a la edad
Suplementos de omega 3: huesos más fuertes también en la tercera edad
Comer pescado con alto contenido de Omega 3 contrarresta la disminución de la densidad ósea, un indicador del riesgo de osteoporosis y fracturas. Esta es la conclusión a la que llegaron los investigadores de la Friedman School of Nutrition Science and Policy de la Universidad Tufts de Boston (Estados Unidos). La investigación que condujo a este descubrimiento, cuyos resultados fueron publicados en el American Journal of Clinical Nutrition, añade una nueva pieza al mosaico de los beneficios del Omega-3 para la salud ósea.
Beneficios del Omega-3 para los huesos y el esqueleto
Las ventajas para los huesos ofrecidas por una dieta rica en Omega-3 son conocidas desde hace tiempo. Estudios realizados en modelos animales han demostrado que el aumento del consumo de estos ácidos grasos influye positivamente en la salud del tejido óseo. Investigaciones recientes han permitido establecer más específicamente que el aceite de pescado, un suplemento alimenticio rico en Omega-3, protege contra la osteoporosis asociada al envejecimiento y que el consumo a largo plazo de estos nutrientes puede mejorar las propiedades estructurales y mecánicas de los huesos.
Ácidos grasos y densidad ósea
Los investigadores de Boston quisieron examinar específicamente la asociación entre el consumo de Omega-3 (o el consumo de pescado) y la densidad mineral ósea. Sus análisis se basaron en los datos recogidos durante el Framingham Osteoporosis Study, un estudio financiado por los National Institutes of Health desde 1987, durante el cual los participantes fueron sometidos a pruebas para la evaluación de la densidad ósea. Los autores de la investigación tomaron en consideración 3 factores:
- consumo de pescado;
- Omega-3 introducidos con la dieta;
- densidad mineral de los huesos de la cadera.
El estudio involucró a 854 personas entre 1988 y 1989 y, 4 años más tarde, sujetos con una edad media de 75 años. Se observó que, tanto en hombres como en mujeres, un consumo elevado de pescado durante 4 años permite mantener invariable la densidad mineral ósea a nivel del cuello del fémur. En particular, para evitar la pérdida de tejido óseo es necesario consumir al menos 3 porciones de pescado a la semana. En las mujeres un aporte elevado de ácido araquidónico (AA) (un ácido graso Omega-6) corresponde a una mayor densidad mineral del cuello del fémur solo si la cantidad de Omega-3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico) introducidos con la dieta es igual o superior a la media. Un consumo elevado de otro Omega-6, el ácido linoleico (LA), está en cambio asociado a una pérdida de densidad en esta porción del esqueleto femenino. En los hombres la situación es opuesta: en quienes consumen las cantidades más bajas de EPA y DHA, dosis elevadas de ácido araquidónico corresponden a una mayor disminución de la densidad mineral de este hueso.
Huesos sanos con Omega-3, pero no con Omega-6
Los autores de la investigación concluyeron que el pescado, uno de los alimentos más ricos en Omega-3, puede proteger contra la pérdida de tejido óseo. El posible efecto protector del Omega-6 ácido araquidónico dependería de la cantidad de EPA y DHA introducidos con la dieta.



