La deficiencia de vitamina D supone un riesgo para la salud de miles de europeos de todas las edades.
Deficiencia de vitamina D: salud en riesgo para muchos europeos
El 13% de la población de la Unión Europea, independientemente de la edad y la etnia, sufre de deficiencia de vitamina D. Un porcentaje que representa una verdadera pandemia y evidencia un serio problema de salud pública; la vitamina D es indispensable para prevenir deformidades óseas, como el raquitismo en los niños y la osteomalacia en los adultos.
Estos son algunos de los datos reportados por un proyecto, financiado por la Unión Europea, y publicado el mes pasado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, que ha involucrado numerosos centros de investigación de diferentes países del viejo continente.
Vitamina D, una hormona indispensable para la salud
Las acciones de la vitamina D se deben a su metabolito activo, es decir, la 1,25-dihidroxicolecalciferol [1,25(OH)2 D3] o calcitriol. La principal fuente de vitamina D es, en el ser humano, la exposición cutánea a la luz solar, pero también puede introducirse con la dieta. Sin embargo, son pocos los alimentos que la contienen de forma natural, y son: el pescado graso, los hongos secos, los derivados de la leche entera y los huevos. Actualmente se estima que la hipovitaminosis por vitamina D está extremadamente difundida en todo el mundo.
Datos recientes indican que, al igual que en muchas otras naciones industrializadas, esta deficiencia afecta a aproximadamente el 70-80% de la población anciana italiana. El 25(OH)D es el principal metabolito circulante de la vitamina D y, aunque las técnicas de dosificación aún no están adecuadamente estandarizadas, su determinación representa el método más preciso para estimar el estado de reserva de la vitamina en el organismo. Además, mientras hay un consenso general sobre la importancia de prevenir la deficiencia de vitamina D, existe más heterogeneidad sobre cuál es el nivel de 25(OH)D que define la hipovitaminosis. Por el contrario, está casi universalmente reconocido que una concentración de 25(OH)D por debajo de 25-30 nanomoles por litro, es señal de deficiencia de vitamina D y un indicio de riesgo para las enfermedades metabólicas óseas.
Miles de personas en Europa sufren deficiencia de vitamina D
Los datos recogidos en este estudio forman parte del proyecto de cuatro años, llamado ODIN, iniciado a finales de 2013. El proyecto representa un enfoque multidisciplinario que involucra a un equipo de expertos de 19 países de la Unión Europea. El estudio reveló que independientemente de la edad y la etnia, el 13% de los 55.844 individuos europeos incluidos en la investigación, tienen niveles medios de vitamina D inferiores a 30 nanomoles por litro, durante todo el año. Este porcentaje aumentó del mes de octubre a marzo hasta el 17,7% y disminuyó, en el período de abril a noviembre, hasta el 8,3%.
En los subgrupos étnicos de piel oscura, la prevalencia de niveles de 25(OH)D inferiores a 30 nmol/L era de 3 a 71 veces superior respecto a las poblaciones de piel clara, según el país examinado. En el caso de una deficiencia definida como una concentración de 25(OH)D inferior a 50 nmol/L, la prevalencia total ascendía hasta el 40,4%. La deficiencia de vitamina D en Europa puede describirse como una pandemia, pero la distribución de los datos sobre los niveles sanguíneos de 25(OH)D en la Unión Europea es de calidad muy variable.
Un estudio que utiliza un protocolo estandarizado
Las investigaciones anteriores sobre el estado de la vitamina D en Europa utilizaron diferentes métodos de análisis de datos, lo que dio lugar a diferencias en los resultados. Este último informe, en cambio, utiliza un protocolo específico: el programa VDSP, que los mismos investigadores han definido como “una plataforma sólida sobre la cual construir la salud pública" en Europa. Gracias a este protocolo fue posible, por primera vez, obtener datos comparables a nivel internacional y volver a analizar los resultados de numerosos estudios poblacionales. Todos los valores fueron combinados con los provenientes de 4 estudios previamente estandarizados, y proporcionaron los datos de una población de más de 54.000 ciudadanos europeos de todas las edades.
Hipovitaminosis por vitamina D: problema difundido
La vitamina D, en los últimos 15 años, ha captado la atención de las comunidades científica y médica, agencias reguladoras, la industria alimentaria y los ciudadanos. Esto se demuestra por el aumento de la literatura científica, de la demanda de pruebas médicas para determinar el estado de la vitamina D, por una serie de revisiones de las recomendaciones dietéticas, por la venta de suplementos y por el aumento del número de productos alimentarios con vitamina D añadida, introducidos en el mercado.
En 1975 hubo alrededor de 250 artículos científicos sobre la vitamina, pero 30 años después, en 2007, este número había subido a alrededor de 1600, y en 2013 hasta 3774. Las estrategias para combatir la deficiencia de vitamina D se han debatido en varios países de Europa durante décadas. Recientemente, Suecia ha ampliado su lista de alimentos sometidos a fortificación para ayudar a afrontar el problema, debido en gran parte a los bajos niveles de sol en la nación. Mientras tanto, un aumento de los casos de raquitismo en el Reino Unido ha evidenciado la necesidad de iniciativas similares de manera obligatoria o voluntaria.
Un déficit que requiere intervenciones de salud pública
Los resultados surgidos del proyecto evidencian que la deficiencia de vitamina D es indiscutible en toda Europa, con tasas de prevalencia que requieren una intervención desde el punto de vista de la salud pública. Según los investigadores que realizaron el estudio, estos datos son la prueba cierta de la deficiencia de vitamina D y que las estrategias de la política europea deberían apuntar a garantizar el consumo de vitamina D para proteger a la mayoría de la población.
Fuente: K. D. Cashman et al. “Vitamin D deficiency in Europe: pandemic?” American Journal of Clinical Nutrition 2016 Apr;103(4):1033-44.



