Huesos: más fuertes gracias a los Omega 3 del pescado

El ácido eicosapentaenoico (EPA), Omega 3 de origen alimentario, puede proteger contra la pérdida ósea en ausencia de gravedad. La noticia llega desde los laboratorios de la NASA en Houston (Estados Unidos), donde Sara Zwart y su equipo demostraron la asociación entre el consumo de pescado rico en Omega-3 durante las misiones espaciales y los efectos de la permanencia fuera de la atmósfera terrestre, perjudiciales para el organismo humano. Según los autores del descubrimiento, publicado en las páginas del Journal of Bone and Mineral Research, el EPA puede desempeñar la misma función protectora también sobre los huesos de individuos obligados a pasar mucho tiempo en cama.

Ausencia de gravedad, un enemigo para la salud

Después de una misión espacial, los astronautas deben enfrentarse a su propia salud. De hecho, los períodos de permanencia en el espacio causan una pérdida de tejido óseo. En este proceso está implicada una molécula conocida como NF-kappaB. Esta proteína regula varios procesos, como la reabsorción ósea, la pérdida muscular y las funciones inmunitarias. Midiendo la expresión del gen que codifica para NF-kappaB, Zwart y sus colegas demostraron que incluso después de misiones de corta duración sus niveles aumentan casi un 500%. A este dato, obtenido estudiando a 7 hombres y 3 mujeres que pasaron de 12 a 16 días a bordo de un transbordador espacial, los autores añadieron los obtenidos en investigaciones realizadas sobre astronautas que participaron en misiones más largas o que se alojaron en la estación espacial rusa Mir. Estos astronautas completaron cuestionarios sobre su alimentación y se sometieron a análisis óseos. Los investigadores descubrieron así que el consumo de mayores cantidades de pescado está asociado a una menor pérdida ósea en ausencia de gravedad. No solo eso: los autores subrayaron que se obtuvieron resultados similares también en personas obligadas a pasar largos periodos en cama.

Una confirmación desde las células

El descubrimiento realizado por Zwart y sus colegas está respaldado también por experimentos realizados en células. De hecho, los investigadores explicaron que la administración de EPA reduce la activación de NF-kappaB a nivel celular. Basándose en todos estos resultados, los autores llegaron a la hipótesis de que la inhibición de la activación de NF-kappaB a través de los Omega-3 podría tener efectos beneficiosos sobre los huesos, los demás órganos y los demás procesos regulados por NF-kappaB y comprometidos por los vuelos espaciales, en particular los músculos y el sistema inmunitario. No solo eso, la investigación ya ha ido más allá estudiando el papel de estos ácidos grasos en la prevención de formas de cáncer asociadas a la radiación a la que están expuestos los astronautas. Los primeros resultados obtenidos son alentadores.

Cambiar el menú para disminuir los riesgos

Según los autores, los datos recogidos durante estas investigaciones tendrán un impacto significativo tanto en las futuras misiones espaciales como en la salud de toda la población. Para beneficiarse de las ventajas ofrecidas por los Omega-3 podría ser suficiente un simple cambio de menú e incrementar el consumo de pescado.  

Fuente

1. Zwart SR, Pierson D, Mehta S, Gonda S, Smith SM, “Capacity of omega-3 fatty acids or eicosapentaenoic acid to counteract weightlessness-induced bone loss by inhibiting NF-kappaB activation: from cells to bed rest to astronauts”, J Bone Miner Res. 2010 May;25(5):1049-57