Osteoporosis: Los omega-3 aumentan la masa ósea
Los Omega 3 combaten la osteoporosis favoreciendo el crecimiento de la masa ósea
Los Omega 3 pueden aumentar la masa ósea y proteger contra la osteoporosis. La ingesta de los ácidos grasos EPA (eicosapentaenoico), DHA (docosahexaenoico) y ALA (ácido alfa-linolénico) en cantidades elevadas, y la reducción de la proporción entre Omega-6 y Omega-3, parecen capaces de preservar la densidad ósea y reducir el riesgo de fracturas.
Es lo que surge de un artículo publicado en la revista Food and Science Technology, en el que se recopilan los resultados de los principales estudios científicos que, en los últimos años, han investigado la relación entre Omega-3 y fragilidad ósea.
Osteoporosis y estilo de vida
La osteoporosis es una enfermedad del esqueleto, caracterizada por un deterioro del tejido óseo con el consiguiente aumento de la fragilidad y susceptibilidad a las fracturas. Se estima que en Italia, cada año, unas 110.000 fracturas de muñeca y unas 70.000 de fémur se deben a la osteoporosis. En Estados Unidos, a causa de esta patología, más del 56% de las mujeres y del 20% de los hombres mayores de 60 años sufren fracturas que afectan principalmente a la cadera.
Para prevenir la osteoporosis es importante adoptar un estilo de vida adecuado, caracterizado por actividad física y una alimentación apropiada. En particular, es necesario consumir las cantidades adecuadas de calcio y vitamina D, que contribuyen a mantener la salud de los huesos. Algunos estudios han revelado que también la ingesta de suplementos o alimentos ricos en Omega-3 puede ayudar a combatir la fragilidad ósea y la osteoporosis. Entre los primeros estudios en investigar en esta dirección, destaca el de Borland y Jackson, que en 1939 descubrieron que en animales de laboratorio la baja concentración de ácidos grasos esenciales se asociaba a la osteoporosis y a la calcificación renal.
Omega-3 contra la osteoporosis
Entre los trabajos epidemiológicos, el National Health and Nutrition Examination Survey III (NHANES III) fue uno de los principales en estudiar la relación entre la ingesta de ácidos grasos y la densidad ósea de la cadera. Este estudio, realizado en 2006, involucró a 14.850 participantes, hombres y mujeres de distintas edades, y confirmó la relación entre la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados y la densidad ósea. En 2010, Orchad y sus colegas recopilaron los resultados de 24 estudios sobre el tema, revelando cómo la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados puede tener beneficios en el tratamiento de la osteoporosis senil. En uno de los trabajos analizados se observaba que en mujeres mayores de 80 años, con baja ingesta de calcio, la suplementación diaria con 6 g de aceite de pescado y 600 mg de carbonato de calcio mantenía estable la densidad de la columna vertebral, mientras que en el grupo de control, después de 18 meses, la densidad ósea disminuía un 3,2%.
Un estudio similar fue llevado a cabo por Jarvinen en 2012, en 554 mujeres mayores de 60 años. Los resultados mostraron una correlación positiva entre la densidad ósea de la columna vertebral y la ingesta de Omega-3. Parece que estos últimos son especialmente eficaces en ausencia de una terapia hormonal sustitutiva (un tratamiento para contrarrestar los síntomas de la menopausia). La reducción de la proporción entre la ingesta de Omega-6 y la de Omega-3 podría compensar los efectos de la carencia de estrógenos en la posmenopausia.
Cómo actúan los ácidos grasos poliinsaturados
Según los investigadores, una dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados es capaz de regular la absorción de calcio por parte del intestino. Además, parecen modular la acción de las células responsables de la maduración y reabsorción ósea: los osteoclastos y los osteoblastos. En particular, es probable que los Omega-3, al reducir la producción de prostaglandinas y citoquinas inflamatorias, contrarresten la reabsorción del hueso. Sobre la base de estas indicaciones positivas, ahora será necesario confirmar el vínculo entre Omega-3 y densidad ósea con estudios a más largo plazo, que involucren tanto a personas mayores como a niños en fase de crecimiento. Para estar siempre actualizado sobre las últimas noticias de la investigación científica sobre los Omega-3 suscríbete a nuestro boletín.
Fuente: Kruger MC, 2013, “Long chain polynsatured fatty acids and bone health”. Food and Science Technology, 27 (3):34-37



