Los omega-3 del aceite de krill reducen los síntomas de la artritis reumatoide en un 47%.
Aceite de kril: reducción de la mitad de los síntomas de la artritis reumatoide
La ingesta diaria de aceite de kril, un suplemento rico en ácidos grasos Omega-3, puede reducir los síntomas de la artritis reumatoide. Así lo informa la revista BMC Musculoskeletal Disorders, que ha publicado los resultados de una investigación fruto de la colaboración entre los investigadores de MD Biosciences (Zúrich, Suiza), Aker BioMarine (Oslo, Noruega) y Clanet (Espoo, Finlandia). Según los autores, los beneficios del aceite de kril se deben a la presencia, en su interior, tanto de Omega-3 como de otras moléculas con propiedades antioxidantes.
Aceite de kril, una ayuda valiosa
El kril está compuesto por pequeños crustáceos, conocidos por su alto contenido de Omega-3 y otros nutrientes importantes. Su hábitat son las aguas marinas profundas, donde viven unas 85 especies de estos pequeños animales que, en conjunto, constituyen la biomasa animal más abundante del planeta. Una vez capturado, del kril es posible obtener un aceite que contiene concentraciones de antioxidantes 48 veces superiores a las del aceite de pescado tradicional. Además, en comparación con este último, el aceite de kril también contiene una mayor cantidad de fosfolípidos ricos en Omega-3 y astaxantina, un antioxidante que podría contribuir a la reducción de los fenómenos inflamatorios. Aceite de kril y artritis, una eficacia demostrada Los autores de la investigación estudiaron el potencial del aceite de kril en el tratamiento de la artritis en ratones predispuestos al desarrollo de esta enfermedad. Los animales fueron divididos en tres grupos. Mientras al primero no se le administró ningún suplemento, el segundo grupo de ratones fue alimentado con una dieta enriquecida con una cantidad de aceite de kril tal que proporcionara 0,44 gramos de Omega-3 – ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) – por cada 100 gramos de alimento. Los ratones restantes recibieron EPA y DHA en forma de aceite de pescado, para un total de 0,47 gramos de Omega-3 por cada 100 gramos de alimento. La artritis fue evaluada en cada grupo de animales analizando los tejidos de las articulaciones. Además, al final del estudio se tomaron muestras de suero en las que se determinaron los niveles de moléculas que participan en los procesos de inflamación – diversas interleucinas y el llamado Transforming Growth Factor-beta (TGF-beta) – que están asociados a la enfermedad. Los datos recogidos demostraron que, aunque no se observó una disminución de los marcadores de inflamación, tanto la ingesta de aceite de kril como la suplementación con aceite de pescado reducen significativamente los síntomas de la artritis y la hinchazón en las patas traseras. Sin embargo, explican los investigadores, los efectos obtenidos con el aceite de kril fueron mayores. De hecho, mientras que el aceite de pescado redujo el grado de la enfermedad en un 26%, el de kril permitió reducir los síntomas en un 47%. Según los investigadores, el mayor efecto obtenido con el aceite de kril podría deberse a una mayor bioeficacia del EPA y el DHA contenidos en él en comparación con los presentes en el aceite de pescado.
Una esperanza para diversas patologías
Aunque este estudio se centró en la artritis reumatoide, los autores consideran que la misma eficacia podría observarse también frente a la artrosis y otras enfermedades inflamatorias.
Fuente
1. Ierna M, Kerr A, Scales H, Berge K, Griinari M, “Supplementation of diet with krill oil protects against experimental rheumatoid arthritis”, BMC Musculoskelet Disord. 2010 Jun 29;11:136



