Piel

Omega-3 y belleza: una piel que habla de salud

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano. Difícil, con este primado, pensar que su salud no pueda influir en la de todo el organismo. Por ello, cuidarla y protegerla de los efectos del tiempo no es una cuestión de pura vanidad; más bien, defenderla del envejecimiento significa proteger la primera línea de defensa del organismo contra numerosos factores externos, desde los rayos ultravioleta (UV) procedentes del sol hasta los diversos microbios, pasando por sustancias químicas y radiaciones dañinas. Y así como su envejecimiento depende de causas externas (como los mismos UV) e internas (como factores genéticos), la piel puede ser protegida actuando desde el exterior o desde el interior, proporcionándole con la alimentación nutrientes y compuestos bioactivos capaces de promover su integridad y función.

De hecho, un estado nutricional inadecuado puede tener efectos deletéreos tanto sobre la estructura como sobre las propiedades biológicas de la piel. Por ejemplo, una alimentación rica en azúcares refinados o grasas puede promover la inflamación cutánea; pero no todas las grasas son dañinas, al contrario: una carencia de las consideradas “buenas” está asociada a procesos inflamatorios justamente a nivel de la epidermis. No solo eso, no disponer de cantidades suficientes de algunas grasas puede llevar a sequedad cutánea, exfoliación y piel flácida, aumentar la susceptibilidad a irritaciones y ralentizar la cicatrización de heridas. Y, contrariamente a lo que se podría pensar, carencias de ciertas grasas también pueden causar la obstrucción de las glándulas sebáceas y la aparición de puntos negros.

Entre estas grasas “buenas” se incluyen los Omega 3, moléculas con reconocidas propiedades antiinflamatorias y antioxidantes cuyas carencias pueden evitarse fácilmente también gracias a la amplia disponibilidad de suplementos alimentarios que ayudan a compensar una ingesta alimentaria que, por diversos motivos, suele ser insuficiente.

Omega 3, un escudo contra el envejecimiento cutáneo

Muchos de los beneficios de los Omega 3 para la salud de la piel se atribuyen justamente a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, útiles para contrarrestar el estrés oxidativo y la inflamación en la base de diversas patologías dermatológicas y del envejecimiento cutáneo.

Dos ejemplos clásicos de cómo los Omega 3 pueden aliviar la inflamación cutánea son la psoriasis y la dermatitis atópica, pero mecanismos análogos entran en juego cuando lo que se quiere contrarrestar es el efecto de los rayos UV. Estas radiaciones son una de las principales responsables del envejecimiento de la piel. Además de destruir el colágeno (la proteína que forma el armazón de soporte de este órgano) los UV promueven la sequedad cutánea, inducen la aparición de antiestéticas manchas y dañan el ADN de las células de la piel – un fenómeno que promueve la formación de tumores.

En particular, un derivado de los Omega 3 del que son ricos los pescados grasos como anchoas y sardinas y otros organismos marinos (la maresina 1) suprime la inflamación y la infiltración de células inflamatorias en la piel inducidas por la exposición a los rayos UVB. No solo eso, la maresina 1 inhibe la muerte celular de las células de la epidermis, el estrés oxidativo y la producción de moléculas proinflamatorias desencadenadas justamente por los UVB.

Otros derivados de los Omega 3 de origen marino (la protectina D1 y la resolvina D1) favorecen la cicatrización de heridas promovidas por factores externos o internos que alteran la superficie de la piel, como las disfunciones metabólicas típicas de la diabetes, una patología típicamente asociada al envejecimiento. Otros aún (como la resolvina D2) se han asociado con la supresión del desarrollo de células de tumores que afectan precisamente la piel; también en este caso, su efecto parece pasar por una acción antiinflamatoria.

Cómo tomar Omega 3 para una piel sana y bella

Para aprovechar los beneficios de los Omega 3 es necesario tomarlos con la alimentación. La mejor estrategia es elegir fuentes de Omega 3 biológicamente activos, es decir, de EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), de los que son ricos el pescado graso y los aceites de origen marino (de pescado, de hígado de bacalao, de kril y de microalgas). De hecho, nuestro organismo no sabe producir eficientemente estos Omega 3 a partir de su precursor presente en fuentes vegetales “terrestres”, como las nueces y las semillas de lino.

Así que, amplio uso de las ya mencionadas anchoas y sardinas, pero también del caballa, el salmón, el atún, el pez espada y de suplementos a base de aceites de origen marino que, si son de alta calidad, representan una excelente solución tanto cuando se es alérgico o no se gusta especialmente el pescado, como para reducir la exposición a contaminantes dañinos para la salud, lamentablemente presentes en este alimento, como el mercurio.

Una vez consumidos con la comida o con suplementos, los Omega 3 se incorporan dentro de las membranas de las células, modificando su composición e influyendo en el metabolismo y otros procesos celulares. En el caso particular de la piel, su ingesta se ha asociado con una reducción de la inflamación y de la sequedad e irritación. Para potenciar sus beneficios es posible combinarlos con otros principios activos de acción antiinflamatoria y antioxidante, justo como te permite hacer OMEGOR® Antiage, el suplemento nacido de la conciencia de que para proteger nuestras células del estrés oxidativo no basta un solo ingrediente, sino que hay que atacarlo en múltiples frentes haciendo trabajar juntos diversos ingredientes.

En una fórmula fácilmente asimilable por nuestro organismo, OMEGOR® Antiage añade al EPA y al DHA obtenidos del pescado vitamina E, resveratrol y cúrcuma:

  • la vitamina E es un antioxidante lipofílico (y que, por tanto, va de la mano con sustancias grasas como los Omega 3) apodada también “vitamina de la juventud”. Ampliamente utilizada en el ámbito cosmético, protege las membranas celulares de los daños inducidos por el estrés oxidativo. Sus carencias se asocian al empeoramiento de problemas dermatológicos, mientras que la suplementación se ha asociado con mejoras de los síntomas de condiciones inflamatorias de la piel (psoriasis y dermatitis atópica). Además, parece tener efectos fotoprotectores y ayudar a estabilizar la barrera cutánea.

  • el resveratrol es un polifenol natural conocido sobre todo por sus propiedades protectoras del aparato cardiovascular, pero capaz también de influir en la cicatrización de heridas, las capacidades regenerativas y el fotoenvejecimiento de la piel. En particular, se ha asociado a la protección de la piel frente a la acción dañina de los UVB, a una mejor síntesis de colágeno y a la reducción de arrugas. En los tejidos dañados, activa factores que promueven la regeneración de la piel.

  • la cúrcuma es una fuente de curcumina, otro polifenol natural con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. La ingesta de suplementos a base de cúrcuma se ha asociado a la reducción de los niveles de moléculas proinflamatorias conocidas por su papel en la proliferación de las células de la piel.

La formulación de OMEGOR® Antiage está además enriquecida con ácido gamma-linolénico (GLA), una grasa Omega 6 antiinflamatoria dotada de comprobados beneficios para la salud cutánea. Diversos problemas que afectan a la piel, incluida una exfoliación excesiva, están asociados a carencias de esta grasa; la ingesta de cantidades elevadas de su precursor (el ácido linoleico) está en cambio asociada a una menor probabilidad de sequedad cutánea asociada al envejecimiento y de atrofia de la piel.

El GLA se considera una grasa esencial para el funcionamiento de la piel. Aplicado sobre su superficie, en forma de crema, penetra solo en la capa más superficial (la formada por células muertas). Pero tomado por vía oral puede ejercer su acción beneficiosa en las capas más profundas, promoviendo su cohesión y previniendo, así, la pérdida de agua a través de la epidermis.

Dentro de OMEGOR® Antiage el GLA está añadido en forma de aceite de semillas de Borago officinalis L., con reconocidas propiedades nutritivas hacia la piel. Toma 1 o 2 cápsulas al día, poco antes de una comida principal: así favorecerás la absorción de sus ingredientes activos, incluidos los Omega 3. Y descubre todas las demás formas en que estas valiosas grasas pueden ayudarte a mantenerte saludable a pesar del paso de los años leyendo el Blog de Omegor!

Referencias bibliográficas:

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