Depresión durante el embarazo: ¿La deficiencia de omega-3 y la inflamación están entre las causas?
La depresión durante el embarazo, un trastorno que afecta aproximadamente al 16% de las mujeres embarazadas, está asociada a la carencia de omega-3 en sangre y al aumento de la inflamación. En el segundo y tercer mes de gestación, las mujeres con depresión, en comparación con las sanas, muestran concentraciones más bajas de EPA y DHA y una mayor cantidad de TNF-α, una molécula señal del estado inflamatorio. La carencia de omega-3 también está relacionada con episodios depresivos prolongados, que pueden durar incluso después del parto.
Así lo informó un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la China Medical University de Taichung (Taiwán) y publicado en la revista científica Progress in NeuroPsychopharmacology and Biological Psychiatry.
Depresión prenatal: un trastorno común pero a menudo no reconocido
La depresión prenatal (PND), o depresión durante el embarazo, es una enfermedad muy común en mujeres en edad fértil y representa una de las principales complicaciones durante la gestación y el mayor factor de riesgo para la depresión postparto.
La depresión prenatal es un trastorno psiquiátrico que afecta aproximadamente al 16% de las mujeres durante la maternidad. La prevalencia de la depresión durante el embarazo es mayor en el primer trimestre y disminuye en el segundo y tercer trimestre. Solo el 49% de las embarazadas afectadas por depresión consulta al médico, y los síntomas son frecuentemente subestimados tanto por las pacientes como por los especialistas, por lo que a menudo el trastorno no se reconoce. La depresión durante el embarazo puede tener importantes consecuencias en la vida de la futura madre, del niño y del resto de la familia.
Este tipo de trastorno puede afectar a mujeres de cualquier edad, origen y condición social, aunque entre los factores de riesgo más comunes se encuentran tanto los socioeconómicos como los relacionados con la salud y las condiciones fisiológicas de la mujer, entre ellos:
- embarazo a edad muy temprana
- falta de apoyo familiar
- relación conflictiva con la pareja
- condiciones socioeconómicas desfavorables
- problemas hormonales
- trastornos físicos o psicológicos
Las consecuencias de la depresión durante el embarazo pueden llevar a la futura madre a adoptar comportamientos peligrosos como el descuido personal, la falta de apetito y desnutrición, el consumo de alcohol o tabaco, y la incapacidad de reconocer los signos del parto. Además, como ya se mencionó, la depresión prenatal puede predisponer a la depresión postparto, que representa una causa importante de disfunciones psicosociales, suicidios y atención inadecuada al recién nacido. Diversos estudios a lo largo de los años han demostrado la importancia de una alimentación saludable y de una correcta ingesta de vitaminas y omega-3 para la salud de las madres y los bebés, y han sugerido la existencia de un vínculo entre la carencia de EPA y DHA y un mayor riesgo de sufrir depresión tanto antes como después del parto.
La depresión durante el embarazo es más frecuente cuando hay carencia de omega-3
El estudio de los investigadores de Taiwán midió en mujeres con PND y en mujeres sin depresión, los niveles de omega-3 y de marcadores inflamatorios, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), durante el segundo y tercer trimestre del embarazo. Los resultados mostraron que las futuras madres con trastorno depresivo tenían niveles significativamente más bajos de omega-3 y niveles de TNF-α más altos, en comparación con las mujeres sanas. Estos datos coinciden con los de otros estudios que indican que niveles altos de DHA y EPA en sangre actúan como factores protectores contra el trastorno depresivo mayor. Además, una mayor concentración de DHA en la leche materna y un mayor consumo de pescados ricos en DHA se han asociado a una menor prevalencia de depresión postparto. Asimismo, tanto el DHA como el EPA han demostrado ser eficaces en la prevención y tratamiento de los trastornos depresivos.
Los omega-3 son ácidos grasos fundamentales para el desarrollo fetal, con un papel importante en la función celular y fisiológica en el período perinatal, es decir, desde el embarazo hasta los 12 meses después del nacimiento. En este periodo, por lo tanto, la mayor necesidad de EPA y DHA podría aumentar el riesgo de PND en las mujeres embarazadas, especialmente porque el estrés fisiológico y psicológico causado por el embarazo podría desencadenar la liberación de sustancias inflamatorias, como las citoquinas proinflamatorias y el TNF-α, que podría representar un marcador biológico o incluso un precursor de la depresión durante el embarazo.
Algunos detalles del estudio
En el estudio participaron 33 mujeres: 16 sanas y 17 con PND. De cada una de ellas se extrajeron y analizaron muestras de sangre. Los casos de depresión se diagnosticaron con un manual específico de diagnóstico de trastornos mentales. Una vez recogidos, los datos se analizaron mediante métodos estadísticos específicos, evidenciando que el síndrome depresivo está significativamente asociado con niveles más bajos de DHA, EPA, omega-3 totales y con una alta relación entre omega-6 y omega-3. La duración del PND resultó asociada a niveles más bajos de DHA y EPA, a la relación entre omega-6 y omega-3 y a la concentración de TNF-α. Los omega-3 son esenciales para combatir la neuroinflamación Según los investigadores que realizaron el estudio, es posible suponer que se necesitan niveles suficientes de omega-3 para combatir la neuroinflamación y producir un efecto antidepresivo en mujeres embarazadas. Como es sabido, estos ácidos grasos forman parte de las membranas de las neuronas y están implicados en el correcto funcionamiento de la transmisión de los neurotransmisores relacionados con la regulación del estado de ánimo. No obstante, serán necesarios futuros estudios con muestras de mayor tamaño para replicar los resultados y ayudar a esclarecer el papel del mecanismo inflamatorio en pacientes con depresión durante el embarazo.
Fuente: Jane Pei-Chen Chang et al., “Polyunsaturated fatty acids and inflammatory markers in major depressive episodes during pregnancy” Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry.



