Los suplementos de EPA mejoran la función cognitiva y reducen la tensión cerebral
Omega 3 EPA: una ayuda válida para la salud del cerebro
Los suplementos de Omega 3 ricos en EPA (ácido eicosapentaenoico), en sujetos jóvenes, aumentan el rendimiento cognitivo y ayudan al cerebro a trabajar con menor esfuerzo. Aquellos a base de DHA (ácido docosahexaenoico) parecen menos eficientes en potenciar las prestaciones neurocognitivas.
Así lo informa un estudio, publicado en la revista Human Psychopharmacology: Clinical and Experimental, realizado por los investigadores de la Swinburne University of Technology de Hawthorn (Australia) con el objetivo de estudiar la acción de los suplementos de Omega-3 sobre la actividad cerebral y las capacidades cognitivas.
Omega-3 y funciones cognitivas
El DHA es uno de los principales componentes del tejido nervioso, al ser uno de los mayores constituyentes de las membranas de las neuronas. El EPA, en cambio, se encuentra en baja cantidad en el cerebro. Ambos ácidos grasos son importantes para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso central. Diversos estudios han confirmado que los Omega-3 mejoran el desarrollo cognitivo en los niños y contrarrestan los procesos neurodegenerativos en las personas mayores. En particular, influyen en la memoria, la orientación espacio-temporal, la atención, la fluidez verbal y la velocidad de procesamiento cognitivo.
Resultados visibles con resonancia magnética
La investigación involucró a 13 sujetos con una edad media de 24 años, a los que, de forma aleatoria, se les administraron durante 30 días suplementos que contenían 417 mg de DHA, o bien 590 mg de EPA. Tras un período de descanso, los sujetos que habían recibido los suplementos ricos en DHA recibieron los ricos en EPA y viceversa, durante otros 30 días. Antes y después de cada tratamiento, los jóvenes fueron sometidos a resonancia magnética funcional, una técnica que permite visualizar la funcionalidad de un órgano. Los investigadores así obtuvieron un mapa de las áreas cerebrales activadas durante pruebas cognitivas específicas, necesarias para evaluar el nivel de atención y la memoria a corto plazo.
Los resultados demostraron que tras los suplementos de EPA, disminuía la activación de la corteza cingulada anterior izquierda, la región del cerebro responsable de funciones cognitivas como la capacidad de tomar decisiones o controlar el impulso, y aumentaba la activación del giro precentral, la región involucrada en la aplicación de estrategias correctivas. Además, se evidenció una reducción en los tiempos de reacción. Con los suplementos ricos en DHA se producía un aumento de la activación funcional en la región del giro precentral, pero no se observaban cambios conductuales. Los investigadores vieron además que tras ambas integraciones, la relación entre ácido araquidónico y EPA se reducía. Para los científicos, la eficiencia neuronal refleja la relación entre el rendimiento cognitivo y los esfuerzos cerebrales. El ser humano, de hecho, tiende a modificar su actividad neuronal para mantener un nivel aceptable de rendimiento cognitivo.
Por lo tanto, medir el rendimiento sin considerar los niveles de activación cerebral puede dar resultados inexactos, como ocurrió en estudios anteriores que investigaban los efectos de los suplementos. De los análisis se desprende que el EPA y el DHA se incorporan de forma diferente en las membranas celulares: el primero se transforma rápidamente en el fosfolípido fosfatidilcolina, posicionándose en el lado externo de la membrana; el segundo se transforma en el fosfolípido fosfatidiletanolamina, posicionándose en el lado interno. Aún no está claro si la modificación de la actividad cognitiva está relacionada con la incorporación de estas moléculas en las membranas.
Los suplementos de EPA son más eficaces que los de DHA
Extendiendo la teoría de la eficiencia neuronal, según la cual las personas más inteligentes activan menos células nerviosas para resolver problemas, el estudio demostró que gracias a los suplementos de EPA el cerebro trabaja menos y logra un mejor rendimiento cognitivo. Por el contrario, el aumento de la activación funcional y la falta de mejora en los tiempos de reacción y en la precisión de las prestaciones cognitivas, tras la integración con DHA, sugiere que este sea poco eficaz. Sin embargo, como señaló Harry Rice, de la Global Organization for EPA and DHA Omega-3, los dos suplementos fueron administrados en dosis diferentes. No obstante, los investigadores precisaron que en un estudio de 2010, realizado por investigadores de la University of Cincinnati, una dosis similar de DHA aumentaba la activación cerebral durante una prueba de atención visual.
Fuente: Isabelle Bauer, Matthew Hughes, Renee Rowsell, Robyn Cockerell, Andrew Pipingas, Sheila Crewther and David Crewther. “Omega-3 supplementation improves cognition and modifies brain activation in young adults” Human Psychopharmacology: Clinical and Experimental. Vol. 29, Issue 2, pages 133–144, March 2014



