Sistema nervioso

Los niveles bajos de Omega-3 perjudican las capacidades cognitivas

Cerebro: bajos índices de Omega 3 comprometen las funciones cognitivas

Niveles de Omega-3 en sangre por debajo del promedio reducen las capacidades cognitivas, pero la alimentación y los suplementos podrían ayudar a contrarrestar el problema. Niveles bajos de Omega-3 en el organismo comprometen las capacidades cognitivas, pero aumentar el consumo de alimentos o suplementos ricos en estas moléculas podría ayudar a normalizarlas. Así lo hipotetizan los autores de un estudio publicado en Nutritional Neuroscience, que demostraron que tener en sangre una cantidad de estos ácidos grasos inferior al promedio de la población reduce la flexibilidad cognitiva, es decir, la capacidad, cuando es necesario, de cambiar la atención de un tema a otro. Al mismo tiempo, niveles reducidos de Omega-3 están asociados a una disminución de las funciones ejecutivas, es decir, de la capacidad de planificar, controlar y coordinar las actividades cognitivas.


La importancia de los Omega-3 para el organismo

Los ácidos grasos Omega-3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico) son importantes tanto para el desarrollo como para el funcionamiento del sistema nervioso. No solo eso, los beneficios que estas moléculas ejercen sobre otros órganos y tejidos, sobre todo los del sistema cardiovascular, son conocidos desde hace mucho tiempo. Sin embargo, el organismo humano no es capaz de sintetizarlos de forma autónoma. En particular, las células pueden obtener DHA a partir del EPA, pero su capacidad de sintetizar este último desde su precursor (ácido alfa-linolénico o ALA) es reducida. El ALA, a su vez, no puede ser producido por el organismo, por lo que es muy importante asegurar una correcta ingesta de Omega-3 a través de la alimentación.


Los efectos de la deficiencia de Omega-3 en el sistema nervioso

Ya en el pasado algunos investigadores demostraron que bajos niveles de DHA están asociados a un aumento del riesgo de suicidio entre militares en misión. También los autores del estudio publicado en Nutritional Neuroscience involucraron en sus investigaciones a un grupo de militares, descubriendo que la cantidad de EPA y DHA presentes en sus glóbulos rojos era inferior a la detectable en la población estadounidense de la misma edad. En particular, el porcentaje de estos Omega-3 en los glóbulos rojos de los militares era del 3,5%, frente al 4,5% típico de la población de su edad. Los investigadores no se sorprendieron mucho por esta diferencia, justificable por la alimentación seguida por los militares en misión, generalmente pobre en Omega-3. Más sorprendente fue descubrir que niveles bajos de estos nutrientes estaban asociados a menor flexibilidad cognitiva y a funciones ejecutivas reducidas. El análisis de los datos recogidos durante pruebas psicosociales y neurocognitivas reveló, además, que la relación entre bajos niveles de Omega-3 y capacidades cognitivas reducidas era particularmente estrecha en quienes declararon sufrir trastornos del sueño. No solo eso, los militares que no podían descansar bien, pero que tenían niveles de Omega-3 superiores al promedio de los participantes en el estudio, parecían tener una mayor capacidad de recuperación de la fatiga y mejores flexibilidad cognitiva y funciones ejecutivas.


Nutrir el cerebro con Omega-3

La hipótesis elaborada por los autores es que la disminución de las capacidades cognitivas podría contrarrestarse aumentando los niveles de EPA y DHA en el organismo tanto comiendo más alimentos ricos en Omega-3 como tomando suplementos a base de aceite de pescado. El estudio dirigido a verificar esta hipótesis ya se ha realizado. Se espera la publicación de sus resultados para finales de este año.


Fuente: 

1. Johnston DT, Deuster PA, Harris WS, Macrae H, Dretsch MN, “Red blood cell omega-3 fatty acid levels and neurocognitive performance in deployed U.S. Servicemembers”, Nutr Neurosci. 2012 Jun 28 2. Lewis MD, Hibbeln JR, Johnson JE, Lin YH, Hyun DY, Loewke JD, “Suicide deaths of active-duty US military and omega-3 fatty-acid status: a case-control comparison”, J Clin Psychiatry. 2011 Dec;72(12):1585-90. Epub 2011 Aug 23