Prevención de la degeneración macular senil: es posible con los Omega 3 del aceite de pescado

Los ácidos grasos Omega 3 disminuyen significativamente el riesgo de degeneración macular senil (DMLE).

Así lo demuestran las investigaciones realizadas por William Christen y colegas en la Harvard Medical School (Boston, Estados Unidos), publicadas en la revista Archives of Ophthalmology, según las cuales la eficacia de los Omega-3 – en particular, del ácido docosahexaenoico (DHA) y del ácido eicosapentaenoico (EPA) – es tan alta que reduce la probabilidad de desarrollar esta enfermedad hasta en un 45%. El resultado adquiere aún mayor valor teniendo en cuenta que, como indican los propios autores de la investigación, hasta hoy no se ha identificado un método preventivo eficaz para quienes aún no han manifestado los síntomas de la enfermedad o se encuentran en una fase temprana del trastorno. Pero los beneficios de la ingesta de ácidos grasos Omega-3 DHA y EPA sobre los vasos sanguíneos, frente a los cuales ejercen una marcada acción antiinflamatoria, antiaterosclerótica y antitrombótica, ayudan a mantener o incluso mejorar el flujo sanguíneo en el ojo, contrarrestando un trastorno que, al afectar la zona central de la retina, puede causar fuertes disminuciones de la capacidad visual.

Degeneración macular senil y Omega-3: la prueba científica

El estudio de los investigadores de Boston involucró a nada menos que 38.022 mujeres cuyo estado de salud fue monitoreado durante diez años. Durante este largo período, las participantes completaron cuestionarios sobre sus hábitos alimentarios. Se observó que las mujeres que consumían mayores cantidades de Omega-3 en forma de DHA tenían un 38% menos de probabilidades de desarrollar degeneración macular senil y que también altas dosis de EPA tenían un efecto similar, reduciendo el riesgo del trastorno en un 35%. Además, la eficacia de los suplementos de Omega-3 en la reducción del riesgo es comparable a la del consumo diario de pescado, que disminuye el riesgo de esta forma de degeneración macular en un 42%. Los autores explicaron que este efecto es independiente de otros factores de riesgo y, basándose en los resultados obtenidos, concluyeron que el consumo regular de DHA y EPA está asociado a una disminución significativa del riesgo de degeneración macular senil. Por ello, la ingesta de ácidos grasos Omega-3 puede ser útil en la prevención de la enfermedad.

Fuente:

1. Christen WG, Schaumberg DA, Glynn RJ, Buring JE, “Dietary n-3Fatty Acid and Fish Intake and Incident Age-Related Macular Degeneration in Women”, Arch Ophthalmol. 2011 Jul;129(7):921-9