¿Qué omega-3 se recomienda para el Alzheimer?
Estimadas Doctoras, les escribo para recibir información sobre la administración de omega-3 en personas con Alzheimer. En particular, quiero poner a su atención el caso de una querida tía mía, de 80 años, que padece Alzheimer. Su enfermedad se ha manifestado desde hace algunos años y, poco a poco, está afectando su memoria a corto y largo plazo. Me gustaría saber si con la administración de omega-3 existe la posibilidad de una mejora y/o de ralentizar la enfermedad; si en el caso del Alzheimer es más recomendable utilizar el omega-3 DHA o el EPA, o utilizar ambos; las dosis en los casos de Alzheimer; y si es necesario asociar a la terapia con omega-3, vitamina E, por ejemplo, en la dosis de 400 mg. Nota: Se agradecería un plan terapéutico o algo que se le aproxime. Muchas gracias por su amable disponibilidad. Espero con ansias su respuesta. Monica
Estimada Monica,
toda suplementación alimentaria, especialmente en presencia de una terapia farmacológica, debe iniciarse en acuerdo con el médico tratante o el especialista, por lo tanto solo puedo sugerirle complementos que pueden ser útiles como coadyuvantes a los medicamentos que su tía está tomando. De los dos ácidos grasos omega-3 que ejercen efectos positivos en nuestro organismo, el EPA y el DHA, este último es el que desempeña el papel más importante a nivel del sistema nervioso central.
El DHA es, de hecho, un componente de las membranas de las neuronas y es esencial para su correcto crecimiento y funcionalidad. Asociado al EPA puede además ejercer una acción antiinflamatoria, particularmente importante en patologías cuya base es inflamatoria, como es el caso de la enfermedad de Alzheimer. Diversos estudios han demostrado que muchas enfermedades del sistema nervioso están asociadas a alteraciones en las concentraciones de omega-3; en pacientes con Alzheimer se ha observado que los niveles de DHA son más bajos respecto a los sujetos sanos.
La suplementación con omega-3, y en particular con DHA, es capaz de restablecer tales concentraciones en el líquido cefalorraquídeo y ejercer un efecto antiinflamatorio que, según algunos investigadores, está asociado a la reducción de una de las moléculas señal de la enfermedad, llamada proteína Tau hiperfosforilada.
Algunos estudios interesantes sobre este tema se relatan también en nuestro blog:
- Alzheimer: sustancias derivadas de los omega-3 ayudan a prevenir su progresión
- Los niveles de omega-3 están correlacionados con el tamaño de la región cerebral implicada en la flexibilidad cognitiva
Según lo descrito, le recomiendo valorar la suplementación de su tía con uno de los siguientes productos: VitaDHA líquido: un complemento con alta dosis de DHA, en viales monodosis de 6 gramos de aceite de pescado desodorizado y aromatizado con limón.
Cada vial aporta 1450 mg de DHA y 330 mg de EPA. El aceite puede tomarse directamente o mezclado con alimentos o bebidas templadas o frías, como yogur, batidos o jugos. Puede administrarse un vial en días alternos durante las primeras semanas, y luego uno al día. El periodo mínimo de suplementación debe ser de al menos dos meses, pudiendo luego prolongarse, siempre según las indicaciones médicas. VitaDHA 1000: un complemento en cápsulas softgel con 1 gramo de aceite de pescado, cada una aporta 470 mg de DHA y 100 mg de EPA. El producto ofrece una alternativa al formato líquido.
La dosis que le sugiero es de 2 cápsulas al día durante las primeras semanas, y luego pasar a 3 cápsulas al día. También en el caso de VitaDHA 1000 se recomienda una suplementación de al menos 2 meses, para luego prolongarla según las indicaciones médicas. La suplementación con omega-3 es generalmente bien tolerada, la única contraindicación se refiere a la administración simultánea de medicamentos anticoagulantes. Con esta asociación podría observarse un aumento del efecto anticoagulante.
Por ello, le recomiendo verificar con el médico tratante la terapia farmacológica seguida por su tía antes de iniciar una suplementación con dosis elevadas de omega-3.
Quedo a disposición para más información.
Cordiales saludos,
Rosaria Ramondino Farmacéutica y Química Farmacéutica



