Productos orgánicos: ¡la carne y la leche orgánicas contienen un 50% más de Omega 3!

La carne y la leche ecológicas son buenas no solo para el medio ambiente, sino también por algunas de sus propiedades nutricionales. Según la literatura científica, también serían más ricas en Omega 3. Pero los expertos advierten: desde este punto de vista, las diferencias respecto a los productos convencionales podrían ser demasiado pequeñas como para tener un impacto significativo en la salud humana.

En comparación con los productos convencionales, los alimentos ecológicos, tanto vegetales como animales, son más ricos en sustancias saludables. En particular, la carne y la leche ecológicas contienen una mayor cantidad de grasas Omega 3, reconocidas por sus propiedades protectoras para el corazón, el cerebro y la vista. 

Así lo revelaron dos análisis de la literatura científica llevados a cabo por expertos de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), publicados en 2016 en el British Journal of Nutrition. Las diferencias en el contenido de ácidos grasos, debidas principalmente a la alimentación de los animales, serían sin embargo demasiado insignificantes como para tener un impacto real en la dieta y la salud de quienes consumen estos alimentos.

Alimentos ecológicos: consumo en aumento

La demanda de productos ecológicos está en aumento. Según informa FederBio (federación que protege y fomenta el desarrollo de la cadena de producción de la agricultura ecológica y biodinámica) de acuerdo con la encuesta de mercado presentada por Nomisma en BIOFACH 2024 (la principal feria dedicada a la alimentación ecológica), los italianos desean ser cada vez más sostenibles incluso a la hora de elegir qué comer. 

Esta tendencia ha impulsado las ventas de productos ecológicos, que tras una ligera reducción el año anterior alcanzaron casi los 5,4 mil millones de euros, con un crecimiento del 5%. En comparación con 2022, las ventas volvieron a crecer en todos los canales – desde tiendas especializadas hasta parafarmacias, pasando por mercadillos, grupos de compra solidaria, farmacias, herboristerías y la distribución moderna (el conjunto de empresas que se comprometen a proteger el poder adquisitivo de los consumidores) que, de hecho, es el canal de referencia para las compras ecológicas de los consumidores italianos.

El 27% de los italianos, precisa FederBio, considera los productos ecológicos más seguros para la salud. Para algunos se trata de productos más respetuosos con el medio ambiente (23%) o con el bienestar animal (10%); para otro 10% la preferencia por lo ecológico se debe a su mayor sostenibilidad social y a la posibilidad de apoyar a los pequeños productores – todos aspectos ya señalados en 2016 por Carlo Leifert, coordinador de los dos análisis publicados en el British Journal of Nutrition. 

«Las personas eligen la leche y la carne ecológicas principalmente por tres razones: un mejor bienestar para los animales, los efectos positivos de la agricultura ecológica en el medio ambiente y los beneficios percibidos para la salud», explicaba Leifert, añadiendo sin embargo que «se sabe mucho menos del impacto [de la agricultura y ganadería ecológicas] sobre la calidad nutricional».

Leche y carne ecológicas: más Omega 3 y menos grasas saturadas

En Italia y en otros países de Europa occidental, la carne aporta una contribución importante a la ingesta de proteínas, grasas, sales minerales (por ejemplo hierro, zinc, selenio y cobre) y vitaminas (en particular, las del grupo B).

Ya antes de 2016 diversas investigaciones habían comparado las concentraciones de nutrientes en las carnes provenientes de sistemas de producción ecológicos y convencionales. En la mayoría de los casos, el enfoque se centraba en las grasas, ya que ya se sabía que las grasas saturadas – el tipo principal presente en la carne – si se consumen en exceso pueden tener efectos negativos en la salud humana, como el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, las grasas poliinsaturadas pueden tener efectos positivos en el sistema cardiovascular. Entre ellas destacan los Omega 3 del pescado: el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico).

A pesar de esta proliferación de estudios, la incertidumbre científica sobre si, y en qué medida, las normas de producción ecológica se traducen en cambios relevantes desde el punto de vista nutricional y cualitativo de los alimentos seguía siendo considerable. Con el objetivo de aclarar este punto, Leifert y colaboradores llevaron a cabo meta-análisis, es decir, estudios estadísticos basados en la reelaboración de datos provenientes de investigaciones científicas realizadas sobre el mismo tema.

Centrados en 263 estudios (196 sobre leche y 67 sobre carne) que comparaban productos ecológicos con productos convencionales, Leifert y colaboradores demostraron la existencia de diferencias en la composición nutricional de los dos tipos de alimentos. 

En el caso de la leche ecológica, se observó una mayor concentración de ácidos grasos poliinsaturados totales (+ 7%) y de Omega 3 (56%) y, por tanto, una mejor composición en ácidos grasos respecto a la leche convencional.

La leche ecológica también resultó más pobre en yodo: mientras medio litro de leche convencional contenía aproximadamente el 88% de la cantidad de yodo recomendada en el Reino Unido (140 microgramos), en la misma cantidad de leche ecológica estaba presente solo el 53%. Afortunadamente en Italia, donde el uso de sal yodada se promueve activamente, una situación de este tipo no plantea preocupaciones particulares.

En el caso de la carne, se detectó una cantidad de grasas saturadas y monoinsaturadas similar o ligeramente inferior respecto a la presente en la carne de cría convencional. Se observaron diferencias más importantes en los niveles de grasas poliinsaturadas totales y Omega-3, que en la carne ecológica resultaron ser, respectivamente, un 23% y un 47% más elevados.

Otros cambios favorables detectados fueron:

• niveles inferiores de ácido mirístico y ácido palmítico en la carne ecológica;
• una proporción entre Omega 6 y Omega 3 inferior en la leche ecológica;
• niveles más elevados de ácido linoleico conjugado (CLA), vitamina E y hierro en la leche ecológica.

¿Qué beneficios para la salud?

Como explicó Leifert, los animales criados al aire libre y que comen hierba producen leche y carne más ricas en grasas deseables, como los Omega 3, y más pobres en grasas que pueden favorecer el desarrollo de enfermedades cardíacas y otras patologías crónicas.

Junto con estudios anteriores según los cuales los productos de la agricultura ecológica son más ricos en antioxidantes y más pobres en cadmio, un metal tóxico, estos resultados, concluyó Leifert, «sugieren que el paso al consumo de frutas, verduras, carne y lácteos ecológicos podría proporcionar cantidades significativamente mayores de antioxidantes de origen alimentario y de Omega 3». Comentando estos datos por separado, Ian Givens, experto de la Universidad de Reading (Reino Unido), subrayó sin embargo la necesidad de interpretarlos correctamente. 

En particular, Givens señaló que el aumento del 56% en el contenido de Omega 3 en la leche ecológica se refiere a la fracción grasa de la leche, no a los gramos totales de leche. Teniendo en cuenta que en promedio se consumen unos 2,2 gramos de Omega-3 al día, el paso de la leche convencional a la ecológica aumentaría el consumo de Omega 3 en unos 33 miligramos al día, con un incremento del 1,5% en la alimentación cotidiana. «Es difícil que cambios tan modestos puedan aportar algún beneficio nutricional o para la salud», subrayó el experto.

Givens también añadió que lo que marca la diferencia no son los métodos de cría ecológicos en sí, sino lo que comen los animales. A este respecto, los estándares europeos citados por Leifert y colaboradores en su publicación sobre la carne preveían que el 60% del peso seco de la alimentación de los rumiantes correspondiera a hierba de pasto o forraje fresco o conservado, con preferencia, cuando fuera posible, por el pasto. «En consecuencia», precisaban los autores, «la duración de la alimentación con pasto y la proporción entre forraje fresco y conservado en las explotaciones ecológicas varía significativamente entre las diferentes regiones europeas». En particular, lo que parecería marcar la diferencia en el contenido final de Omega 3 sería la cantidad de trébol consumido por los animales.

«Estos trabajos son muy detallados y tienen un gran valor», concluyó Givens, «pero las diferencias entre los productos ecológicos y los convencionales deberían evaluarse en el marco de toda la alimentación humana».

Estudios adicionales permitirán realizar un meta-análisis que examine una gama más amplia de parámetros, como por ejemplo las concentraciones de vitaminas y minerales, y para estimar la tipología de ácidos grasos en todas las especies de cría, evaluando también el impacto sobre la salud humana de las diferencias detectadas a nivel de composición nutricional.

Mientras tanto, la mejor manera de proporcionar al organismo los Omega 3 que necesita es seguir una alimentación diaria variada y equilibrada que incluya los alimentos que naturalmente son más ricos en ellos: nueces, semillas y, sobre todo, pescado. En caso de necesidades específicas (como la necesidad de evitar el pescado debido a alergias, casos de selectividad alimentaria, dietas veganas o mayores requerimientos) los complementos alimenticios pueden ayudar a satisfacer las necesidades del organismo y a evitar carencias peligrosas para la salud.

Referencias bibliográficas:

FederBio. El mercado de los productos ecológicos en Italia: datos, tendencias y preferencias de consumo. 15 de febrero de 2024. https://feder.bio/mercato-del-bio-italia-dati-trend-preferenze-consumo/. Última visualización: 03/04/25

Newcastle University. "New study finds clear differences between organic and non-organic milk and meat." ScienceDaily. ScienceDaily, 15 de febrero de 2016. www.sciencedaily.com/releases/2016/02/160215210707.htm

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