Comer pescado rico en Omega-3 ayuda a reducir el riesgo de accidente cerebrovascular
Ictus: ¡más pescado, menos riesgos!
Comer pescado rico en Omega 3 unas 3 veces por semana es útil para reducir el riesgo de ictus en un 6%. Esta es la conclusión a la que llegaron Susanna Larsson y Nicola Orsini, investigadores del Instituto Nacional de Medicina Ambiental del Karolinska Institutet de Estocolmo (Suecia), en un estudio publicado en la revista Stroke. Analizando los datos obtenidos a lo largo de 15 estudios diferentes, los 2 científicos pusieron de relieve la existencia de un efecto dosis-respuesta que vincula el consumo de pescado con la probabilidad de sufrir un ictus.
Los beneficios del pescado para la salud
Comer pescado ofrece numerosos beneficios para el organismo:
- protección contra los ataques cardíacos
- protección contra la diabetes tipo 2
- prevención del Alzheimer
- tratamiento del cáncer de próstata
Años de investigaciones han demostrado que estos efectos están en gran parte asociados al alto contenido de ácidos grasos Omega-3 que caracteriza a algunos peces de agua salada. Diversos estudios han puesto de relieve la capacidad del ácido eicosapentaenoico (EPA) y del ácido docosahexaenoico (DHA), Omega-3 presentes en estos alimentos, de reducir la probabilidad de formación de coágulos en las arterias y de favorecer el mantenimiento de un nivel correcto de grasas en sangre. Los Omega-3 contenidos en el pescado también ayudan a mantener bajo control la presión arterial. Gracias a su análisis, los dos investigadores del Karolinska Institutet concluyeron que otro beneficio del consumo de pescado se refiere a la prevención de los ictus.
Reducir el ictus con la alimentación
El estudio sueco implicó la reelaboración de los datos correspondientes a 383.838 individuos. Tras responder preguntas sobre el consumo de pescado, cada participante fue seguido durante un periodo variable entre 4 y 30 años, durante el cual se registraron los casos de ictus. El análisis de los datos demostró que los grandes consumidores de pescado, que lo comen todos los días o al menos 2 veces por semana, tienen un 12% menos de probabilidades de sufrir un ictus en comparación con quienes lo comen menos de una vez a la semana. En particular, basta con comer pescado pocas veces a la semana para reducir el riesgo de ictus asociado a una interrupción del flujo sanguíneo en un 10%. Quedan, sin embargo, dudas sobre la correlación entre el consumo de pescado y el ictus de origen hemorrágico.
No todos los pescados son iguales
Los beneficios observados por Larsson y Orsini no están, sin embargo, asociados a todos los tipos de pescado. Uno de los estudios incluidos en el análisis también demostró que freír el alimento no ofrece ninguna ventaja en términos de reducción del riesgo de ictus. En cuanto a los pescados más ricos en Omega-3, los expertos aconsejan abastecerse de estos valiosos ácidos grasos eligiendo anchoas, arenques, caballa, salmón, atún y fletán.
¿Y para quienes no comen pescado?
Para quienes no son amantes del pescado o no lo consumen por elección, la mejor alternativa es la ingesta de cápsulas a base de aceite de pescado, un suplemento rico en EPA y DHA. Lo mismo vale para las mujeres embarazadas que deben limitar el consumo de pescado (como el atún) que podría estar contaminado por mercurio, un metal capaz de comprometer el desarrollo del sistema nervioso del bebé. En este caso, la ingesta de aceite de pescado también ayudaría a garantizar el aporte de Omega-3 necesario para el desarrollo del feto.
Fuente
1. Larsson SC, Orsini N, “Fish consumption and the risk of stroke: a dose-response meta-analysis”, Stroke. 2011 Dec;42(12):3621-3. Epub 2011 Sep 8



