Semillas de chía y aceite para unos huevos con más Omega-3
Alimentar a las gallinas con omega 3 dará huevos más saludables
Enriquecer la alimentación de las gallinas con semillas u aceite de chía (Salvia hispanica) permite obtener huevos con mayores cantidades de Omega 3. Así lo demostró un grupo de investigadores dirigido por Alejandra Antruejo de la Universidad Nacional de Rosario en Casilda (Argentina). En un estudio publicado por la revista British Poultry Science, Antruejo y sus colegas descubrieron que las fuentes de Omega-3 ingeridas por las gallinas son procesadas de forma diferente. Utilizar semillas de chía puede aumentar más del 60% la cantidad de estos ácidos grasos acumulados en los huevos en comparación con lo que se logra con las semillas de lino.
Alimentación sana y equilibrada: la amiga de la salud
Una alimentación rica en grasas, especialmente si pertenecen al grupo de las llamadas grasas saturadas, aumenta la probabilidad de desarrollar algunas enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, también existen grasas “amigas” de la salud. Se trata de los Omega-3, nutrientes que se encuentran en gran cantidad en el pescado graso y en algunos vegetales, como las semillas de lino y las nueces. Una dieta en la que la ingesta de estas moléculas es superior a la de otros ácidos grasos, los Omega-6, ayuda a reducir precisamente el riesgo cardiovascular. No obstante, la dieta típica de los países occidentales se caracteriza por una proporción entre Omega-6 y Omega-3 desbalanceada a favor de los primeros. Para aumentar la cantidad de grasas “amigas” ingeridas con la alimentación, es posible enriquecer la propia dieta con alimentos que contengan altas dosis. Además de los ya mencionados pescados grasos y productos vegetales, el mercado ofrece la posibilidad de adquirir diversos alimentos enriquecidos con Omega-3. Entre ellos se encuentran los huevos puestos por gallinas alimentadas con piensos enriquecidos con estos ácidos grasos.
No todos los piensos son iguales
El grupo de investigadores dirigido por Antruejo quiso evaluar si la cantidad de Omega-3 presente dentro de estos huevos variaba según la fuente de ácidos grasos añadida al pienso de las gallinas. En un estudio que duró aproximadamente 84 días, los investigadores argentinos alimentaron a los animales con semillas y aceite de lino y de chía, una planta perteneciente a la familia de la menta conocida también con el nombre de salba. Se observó que todas estas fuentes de Omega-3 permiten aumentar los niveles de estos nutrientes presentes en la yema. Sin embargo, el aceite y las semillas de chía son fuentes mejores que las de lino. Ya después de los primeros 56 días de experimentación, las gallinas alimentadas con el aceite y las semillas de esta planta producían huevos que contenían, en cada gramo de yema, un 54,5% y un 63,5% más de Omega-3 que aquellas que recibían aceite o semillas de lino. Después de 84 días, las diferencias observadas eran del 13,4% y del 66,2%, respectivamente.
Una nueva fuente de Omega-3
Según los autores, esta investigación demuestra que las gallinas utilizan con diferente eficiencia las distintas fuentes de Omega-3. Esto, explican los investigadores, sugiere que la chía podría convertirse en una fuente importante de Omega-3 a utilizarse para producir alimentos enriquecidos con mayores cantidades de estos valiosos nutrientes.



