¿Qué es la vitamina D y para qué se utiliza? Cuándo tomar suplementos.
La conocemos como vitamina, pero en realidad es una pro-hormona. Y, contrariamente a lo que podríamos pensar, su fuente principal no es la comida, sino el sol. Se trata de la vitamina D, un micronutriente necesario en cantidades pequeñísimas pero esencial para la salud de nuestro organismo. Nos llega sobre todo del sol porque los alimentos con vitamina D son muy pocos, pero podemos almacenarla gracias a la acción de las radiaciones UV-B presentes justamente en los rayos solares. Su precursor, presente en nuestra piel, es primero activado por los ultravioletas (los UV-B, precisamente) y luego transformado en el hígado y los riñones para obtener la forma activa de la vitamina D: el colecalciferol, también conocido como vitamina D3. Pero si el organismo humano es capaz de sintetizarla, ¿por qué es tan común la carencia de vitamina D? ¿Cómo podemos saber si tenemos baja la vitamina D3? ¿Y cómo podemos evitarlo o corregirlo?
Las causas de la carencia de vitamina D
En muchos casos, una exposición solar adecuada, unida a la poca vitamina D presente en los alimentos, podría evitar el riesgo de carencia. Por desgracia, nuestro estilo de vida nos obliga a menudo a pasar muchas horas del día en espacios cerrados, reduciendo la cantidad de rayos UV-B que alcanzan nuestra piel. Además, debemos tener en cuenta que las radiaciones ultravioletas promueven el desarrollo de cánceres de piel. Por esta razón nos protegemos (o, al menos, deberíamos protegernos) de los UV de dos maneras: evitando la exposición en las horas en que los rayos solares son más intensos y aplicando sobre la piel adecuadas protecciones solares. Todo esto reduce significativamente el inicio de la producción de vitamina D en la piel. Como si eso no fuera suficiente, también hay otros factores que pueden reducir la cantidad de vitamina D3 sintetizada por nuestro organismo:
- nuestro fototipo: personas con piel más oscura bloquean naturalmente los rayos UV con los pigmentos presentes en su piel;
- la latitud en la que vivimos: cuanto más nos acercamos a los polos, menos intensa es la radiación solar;
- la estación: en los meses de invierno, cuando las horas de luz son menores y los rayos solares son menos intensos, la posibilidad de sintetizar vitamina D en la piel disminuye.
Por último, la vitamina D circulante también puede depender de nuestra composición corporal. De hecho, al tratarse de una molécula lipofílica, la vitamina D tiende a acumularse en el tejido adiposo; cuanto más abundante es este tejido, más puede almacenarse la vitamina D en su interior. Todo esto, junto a la escasa disponibilidad de vitamina D en los alimentos, puede llevar a una carencia de vitamina D, un problema que puede tener múltiples consecuencias para la salud. Las consecuencias de la carencia de vitamina D A quienes más afecta una disponibilidad inadecuada de vitamina D es a los huesos y los dientes. No en vano, en el pasado la manifestación más común de la carencia de esta vitamina era el raquitismo, una condición caracterizada por graves problemas óseos en los niños. La vitamina D promueve la buena salud ósea favoreciendo la absorción de calcio y fósforo. Debido a esta función, otros problemas asociados a su carencia son la osteoporosis, la osteomalacia (condición debida a una mineralización ósea inadecuada), el aumento del riesgo de fracturas y el hiperparatiroidismo secundario (aumento de la producción de hormonas por las glándulas paratiroides causado por niveles bajos de calcio en sangre). Sin embargo, dado que la vitamina D3 cumple también otras funciones y beneficios, su carencia puede tener otras consecuencias. En particular, el receptor de la vitamina D también está presente en células del sistema inmunitario, del intestino delgado y de la piel y el cerebro. Además, esta valiosa molécula está implicada en la estimulación de la producción de insulina (la hormona que regula la entrada de glucosa en las células) y en la contracción de las células cardíacas. Por todo esto, las carencias de vitamina D pueden estar asociadas, por ejemplo, a alteraciones de las defensas inmunitarias.
| Principales problemas de salud en los que está implicada la vitamina D |
| Trastornos musculoesqueléticos |
| Problemas cardiovasculares |
| Enfermedades autoinmunes |
| Trastornos neurológicos |
| Infecciones |
| Complicaciones del embarazo |
| Cánceres |
Síntomas de la carencia de vitamina D
A menudo uno se da cuenta de que tiene una carencia de vitamina D sin haber notado la aparición de síntomas específicos. No obstante, en algunos casos la carencia se manifiesta con:
- dolores óseos
- dolores musculares
- debilidad muscular
Cuándo medir la vitamina D en sangre y valores de referencia
Para detectar una carencia de vitamina D basta con un simple análisis de sangre. Según los expertos, los casos en los que es necesario medir sus niveles incluyen:
- raquitismo, osteomalacia y osteoporosis
- insuficiencia renal crónica
- insuficiencia hepática
- fibrosis quística
- enfermedades inflamatorias intestinales
- enfermedad de Crohn
- cirugía bariátrica
- enteritis por radiación
- hiperparatiroidismo
- embarazo y lactancia
- personas mayores con antecedentes de caídas o fracturas no traumáticas
- obesidad (también en niños)
- enfermedades asociadas a la formación de granulomas, como la sarcoidosis
- uso de ciertos medicamentos (antiepilépticos, glucocorticoides, antimicóticos, colestiramina, medicamentos para el VIH)
- algunos linfomas
Actualmente se habla de insuficiencia de vitamina D cuando los niveles medidos están entre 20 y 30 ng/ml, mientras que si los valores están por debajo de 20 ng/ml se habla de carencia. También existen casos en los que la vitamina D es extremadamente baja (menos de 10 ng/ml) o excesivamente alta. Cuando supera los 150 ng/ml se corre el riesgo de intoxicación y de problemas asociados al exceso de calcio, como:
- formación de depósitos de calcio en tejidos blandos (por ejemplo, en el corazón y los pulmones)
- confusión y desorientación
- daños renales
- cálculos renales
- náuseas, vómitos, estreñimiento, pérdida de apetito, debilidad y pérdida de peso
Cuándo tomar suplementos de vitamina D
Como se mencionó, existen pocas fuentes alimentarias de vitamina D. ¿Dónde se encuentra? Principalmente en el pescado graso, el mismo que contiene Omega 3, como la caballa, las sardinas, los arenques, el salmón y el atún. No por casualidad, los suplementos de aceite de hígado de bacalao (otra fuente rica en estos ácidos grasos esenciales) pueden aportar tanto Omega 3 como vitamina D; a diferencia del pasado, los productos disponibles actualmente aportan dosis estandarizadas de este micronutriente, añadidas ad hoc tras la purificación del aceite con Omega 3. Otros alimentos con vitamina D son los productos fortificados (es decir, con vitamina D añadida), como los cereales de desayuno o la leche. Por último, algunos hongos y el chocolate también contienen vitamina D; en este caso, sin embargo, se trata de la vitamina D2 (o ergocalciferol) y no de la D3. ¿Para qué sirve? En realidad cumple las mismas funciones que la vitamina D3, pero no es la forma sintetizada por nuestro cuerpo.
| Ingesta adecuada de vitamina D según la Sociedad Italiana de Nutrición Humana (SINU) | |
| Lactantes (6-12 meses) | 10 μg |
| Niños y adolescentes (1-17 años) | 15 μg |
| Adultos (18-74 años) | 15 μg |
| Mayores (≥75 años) | 20 μg |
| Embarazo y lactancia | 15 μg |
El mejor suplemento de vitamina D varía según el caso. En presencia de niveles sanguíneos particularmente bajos, el médico puede recetar la administración de dosis muy elevadas de vitamina D, a veces en forma de inyecciones puntuales. En todas las demás situaciones, pueden ser suficientes suplementos de vitamina D que no requieren prescripción médica. Dada la elevada frecuencia de la deficiencia de vitamina D, puede suceder que el médico o nutricionista recomiende la toma de suplementos incluso sin realizar análisis de sangre, especialmente en presencia de factores de riesgo como obesidad, edad avanzada o poca exposición al aire libre.
| Vitamina D: indicaciones aprobadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) |
| contribuye al mantenimiento de niveles normales de calcio en sangre |
| contribuye a la absorción y utilización normal del calcio y del fósforo |
| contribuye al mantenimiento de huesos sanos |
| contribuye al mantenimiento de dientes sanos |
| es necesaria para el crecimiento y el desarrollo óseo en los niños |
| contribuye a la función muscular normal |
| ayuda a reducir el riesgo de caídas asociadas con inestabilidad postural y debilidad muscular |
| contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario |
| contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario en los niños |
| participa en el proceso de división celular |
Fuentes: Chauhan K et al. Vitamin D. [Updated 2022 Mar 7]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK441912/ Efsa. EU Register of nutrition and health claims made on foods. https://ec.europa.eu/food/safety/labelling_nutrition/claims/register/public/. Último acceso 16/06/22 MedlinePlus. Vitamin D. https://medlineplus.gov/ency/article/002405.htm. Último acceso 16/06/22 Pilz S et al. Vitamin D testing and treatment: a narrative review of current evidence. Endocr Connect. 2019 Feb; 8(2): R27–R43. doi: 10.1530/EC-18-0432 SINU. Tabelle LARN 2014. https://sinu.it/tabelle-larn-2014/. Último acceso 16/06/22



